Aunque Banca March logró 100,8 millones de beneficios en 2015, ha reducido su margen un 12,25% respecto al año anterior. Esto demuestra que Banca March experimenta un retroceso que a buen seguro sus clientes habrán notado y sus accionistas habrán lamentado. En los últimos tiempos este pequeño gran banco ha abandonado su estrategia de proximidad y ha dejado de ser un banco mallorquín para convertirse en otra entidad dirigida desde Madrid, alejada de la sociedad balear.
Ha dejado de ser un banco mallorquín para convertirse en otra entidad dirigida desde Madrid
Con el cambio del histórico logo que identificaba a la entidad, las formas también parecen haber cambiado. Pese a que continúa tratándose de un banco español 100% familiar, su lejanía de Balears es evidente y esta desconexión de su mercado natural hace que ello tenga consecuencias en su cuenta de resultados.
Pero todo tiene solución y Banca March puede volver a crecer si percibe que su fuerza está en la proximidad con una sociedad y un tejido empresarial que demanda un trato cercano, directo y continuo. Las cosas seguramente en Madrid se ven de otro modo, pero los números no engañan. Aunque se atribuya esta caída en los beneficios a operaciones de ingeniería financiera corporativa, lo cierto es que Banca March ya no es lo que era porque ya no son un banco de aquí, dispuesto a involucrarse en la actividad económica de las islas. Bueno sería que eso se corrigiese.