Hace ya más de 7 años, comencé a escribir mis “Recetas gastronómicas/emocionales” para alimentar el alma de las personas que leían mis artículos en prensa.
Gastronomía emocional, comenzó como un diario de emociones en modo de recetario para hacerlo ameno, pero sobre todo, para aportar herramientas a las personas que las necesitaran.
Y ahora me doy cuenta, que más que nunca, necesitamos un recetario emocional, ya que, en estos momentos de confinamiento, nos estamos comiendo por dentro de Miedos, iras contenidas, o no, dependiendo del caso, frustraciones que nos llevan a la incertidumbre que todos tenemos internamente, ante esta situación desconocida para todos nosotros.
Desde la pandemia de 1918, conocida como la Gripe Española, que mató a más de 40 millones de personas en todo el mundo, no habíamos vuelto a tener un caso similar.
Es cierto que, en aquella ocasión, salíamos de una desbastadora primera guerra mundial, no obstante, después de esta pandemia, seguimos provocando guerras terribles, la segunda guerra mundial y en nuestro país la guerra civil española, como si no hubiera sido suficiente con los muertos causados por tal atrocidad.
Y sin embargo, una sociedad como la nuestra, no estaba preparada para algo así, ya que la diferencia entre una guerra convencional con ésta, es que el enemigo es la propia naturaleza, lo que nos hace perder el control absoluto de la situación, cayendo en un abismo de incertidumbre absoluta.
Aquí no hay buenos o malos, aunque muchos estén buscando responsables entre nuestros dirigentes, la verdad es que nadie sabe cómo salir de esta situación, o si algunos lo saben, no está en nuestras manos averiguarlo.
Por ello ahora más que nunca, es el momento de aprender un poco sobre Inteligencia Emocional y la forma de reconocer nuestras emociones y gestionarlas, para disponer de más herramientas cuando tengamos que salir a la calle a lidiar con algo que no sabemos cómo hacer.
Solo espero que nuestros dirigentes tengan el suficiente sentido común, como para no volver a repetir los errores del siglo pasado, provocando más horror del que la propia naturaleza se está encargando en producirnos.
Parece que el mundo se ha paralizado, pero nuestros corazones y nuestras emociones no lo han hecho, sino que, por el contrario, ahora más que nunca, estamos aprendiendo a conocernos, o deberíamos de estar haciéndolo, desde el silencio exterior, escuchándonos internamente y preguntándonos, porque siento una emoción o la otra y que puedo hacer con eso que siento.
Ahora más que nunca es tiempo de introspección, de mirar hacia nuestro corazón, de indagar en nuestro interior y preguntarnos, que es lo que realmente nos importa y cuáles son las razones por las que vivimos en este mundo.
Debemos aprovechar este momento de soledad, para buscarnos y encontrar ese camino que, posiblemente perdimos hace tiempo, el camino que, finalmente, nos llevará de regreso a casa, cuando esta película haya finalizado.
Todos tenemos en nuestras manos la posibilidad de elegir como recorrer ese camino, por eso se nos otorgó el libre albedrío y ahora más que nunca, podemos aplicar lo que hemos aprendido de nuestros errores, para volver a empezar de nuevo.
Ahora es el momento de darnos una segunda oportunidad y volver a reinventarnos para retomar ese camino que en algún momento dejamos de lado y ni tan siquiera fuimos conscientes de ellos.
En la primera pandemia de principios de siglo, parece que no aprendimos mucho, pues poco después nos matamos en varias guerras por el control de las naciones, de esta, ¿aprenderemos algo?
Todo depende de ti y de mí y de lo que estemos aprendiendo en este momento, ¿estás esperando como un poseso, a que esto acabe para volver a seguir desde el punto donde lo dejaste, o te has dado cuenta, que ya ha llegado el momento, de cambiar de rumbo?
Lo dejo en tus manos y solo tú sabrás que hacer con tu vida en estos momentos.
Ahora te toca a ti elegir como empezar de nuevo en este nuevo trayecto de tu vida.
