Ciudadanos se niega a que VOX participe en las negociaciones para la investidura de un nuevo presidente regional en Andalucía. Albert Rivera demoniza a la formación de Santiago Abascal y José Antonio Ortega Lara, exactamente igual que hace la izquierda comunista y proetarra.
Así, Ciudadanos hace con VOX lo mismo que hacen los separatistas en Cataluña con Ciudadanos. Acosa, demoniza y aplica el “cordón sanitario” que predica su candidato francés en Barcelona contra una formación de trayectoria impecable en términos democráticos, y a la que toda España debe que los separatistas catalanes estén por primera vez procesados penalmente.
El partido de mi buen amigo Xavier Pericay prefiere contar con el PSOE para conseguir la presidencia andaluza con el apoyo de la bancada socialista. Me consta el estupor que ha causado a los que les entregaron su voto para que, por fin, Andalucía se viera libre del régimen socialista que durante 40 años la ha arruinado y utilizado como cortijo para su corrupción. De nada habrá servido porque la veleta naranja esta vez girará al son de la izquierda caciquil para que todo siga igual, tirando por la borda una oportunidad histórica.
La apuesta de Ciudadanos es insensata e injusta respecto de un partido nuevo como VOX que defiende con uñas y dientes la regeneración democrática, el respeto al régimen constitucional, la lucha contra la corrupción y contra aquellos que quieren romper España. Prefieren negociar con el partido del Dr. Sánchez, ese que se alía con comunistas, proetarras y golpistas, en vez de con el partido de Ortega Lara, el que consigue llevarlos ante los tribunales.
Ciudadanos traiciona a sus votantes. Que lo tengan en cuenta en las próximas elecciones municipales, autonómicas y europeas que están a la vuelta de la esquina. De seguir así no me cabe duda que Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente traerán al partido naranja sacos de carbón del tamaño de los ERE andaluces.