La actuación de los agentes se inició el pasado 12 de junio cuando una familia manifestó que se le había impedido el acceso al inmueble donde residían tras el cambio de la cerradura, según ha explicado la Policía Local de Palma en un comunicado.
Los efectivos contactaron con los afectados, tres adultos y cinco menores, que explicaron que habitaban en una casa de invitados de la finca mediante un pacto verbal de alquiler. Los denunciantes aportaron justificantes de pago que acreditaban su versión y relataron que no era el primer incidente de estas características.
LES CORTÓ LA LUZ Y EL AGUA
De acuerdo con su testimonio, en mayo pasado la propietaria ya había sustituido la cerradura de la puerta de acceso y cortado los suministros de luz y agua, hechos que fueron objeto de una denuncia y que obligaron a la arrendadora a restablecer la normalidad.
En esta ocasión, al regresar al inmueble se encontraron nuevamente con el bombín cambiado, sin que la dueña del inmueble respondiera a sus llamadas telefónicas.
Los agentes contactaron con la mujer, que ofreció una versión contradictoria al manifestar que permitía a la familia residir sin contraprestación económica y que, al no observar a nadie esa mañana, consideró que se habían marchado voluntariamente, razón por la que procedió al cambio de cerradura.
SE DESHIZO HASTA DE LA NEVERA
Interrogada sobre los enseres familiares, negó su existencia en el interior y no autorizó la comprobación por parte de los efectivos. Durante la inspección de los alrededores, los policías localizaron en la acera, a unos 80 metros del inmueble, una nevera que la familia identificó como de su propiedad y que se encontraba dentro de la vivienda esa misma mañana.
Ante la evidente contradicción entre la declaración de la propietaria, los agentes procedieron a la detención de la mujer. La Sala de Atestados de la Policía Local de Palma instruyó el correspondiente atestado policial por los presuntos delitos de allanamiento de morada, coacciones y daños.
