Según la información facilitada por la Jefatura Superior de Policía de Baleares, el joven contactó con una menor a través de una red social. Al no obtener respuesta, volvió a escribirle desde otra cuenta, esta vez con mensajes de contenido sexual. La menor, a quien no conocía personalmente, bloqueó ambos perfiles. Sin embargo, poco después, el chico contactó con otras dos chicas del mismo centro educativo, también menores de edad.
Las jóvenes comenzaron a sentirse intimidadas por los mensajes, que incluían detalles sobre su rutina diaria y localizaciones, lo que les hizo pensar que el joven las estaba vigilando. En uno de los mensajes más preocupantes, el menor preguntó a una de las alumnas si podía romper una ventana del instituto. Tres días después, el centro sufrió un acto vandálico.
El menor detenido, presunto autor, accedió al instituto y causó importantes destrozos. Lanzó por la ventana dos mesas —una de ellas, la de la víctima— y rompió material escolar. Además, escribió en la pizarra insultos de carácter sexual dirigidos a dos de las alumnas acosadas.
Otra de las víctimas recibió un mensaje del menor en el que le decía que estaba dentro del instituto y que iba a destruir su material escolar. Estos hechos provocaron una situación de intranquilidad en el entorno escolar y un fuerte impacto emocional en las estudiantes.
La Policía Nacional ha atribuido al detenido un delito de acoso y otro de daños materiales.
