La Guardia Civil lo descubrió este fin de semana en un control rutinario en Campos. Una patrulla de Seguridad Ciudadana del puesto de Santanyí dio el alto a un vehículo y al comprobar la documentación del conductor, observaron manchas de sangre recientes en su camisa.
Los agentes registraron el coche y hallaron un transportín para aves con dos gallos en su interior. Ambos estaban gravemente heridos.
Y por si fuera poco, encontraron envueltos en una servilleta dos espolones y el pico de un tercer animal.
El hombre reconoció que venía de una pelea de gallos así que la patrulla, en colaboración con el Seprona, se incautó los dos animales y los trasladaron a un centro para su cura y custodia.
Además, le imputan un delito de maltrato animal doméstico.
