Se dice que las endorfinas son esas diminutas hormonas instaladas en nuestro sistema límbico cuyos efectos, son muy similares a los del opio, de ahí que se le llame comúnmente “la droga de la felicidad”.
Por ello, para estas fiestas amigo-a lector les deseo un buen chute de ellas, ya que con actos tan sencillos como salir a correr, practicar sexo o reírse a carcajadas con toda el alma, estas actividades son consideradas como beneficiosas por este compuesto natural y sin efecto secundario alguno, capaz de calmarnos el dolor, ofrecernos felicidad e incluso protegernos de enfermedades.
Le sorprenderá saber que existen más de 20 tipos diferentes de endorfinas, y que son capaces de recorrer todo nuestro cuerpo cuando el cerebro manda que sean producidas. Se trata en esencia de un efecto químico natural por el cual se nos inyecta de una importante dosis de analgésicos con los cuales disminuye nuestro dolor o malestar, tranquilizándonos y haciéndonos sentir bien. ¡Y todo natural!
Las situaciones en nuestra vida cotidiana que recompensan a nuestro cerebro con estos neurotransmisores son como decía practicar ejercicio, abrazar, besar, sonreír, reír a carcajadas, practicar sexo, pasear por la playa, escuchar música, el chocolate... Un sinfín de placeres terrenales que estas Navidades no pueden faltar en su vida. Ya que es muy importante mantener los niveles de endorfinas al día, así nuestro cuerpo y nuestra mente nos recompensará.
Pero en la mayoría de los casos, somos nosotros mismos quienes nos cerramos a estos chutes de felicidad. ¿Por qué? Por las prisas, el estrés de las fechas, los recuerdos... Intentemos propiciar el que nuestro cerebro nos recompense. Si estamos bajo mínimos en esta “droga natural”, basta con cambiar de hábitos y pensamientos ¿Qué tal si hoy nos relajamos y damos un paseo por la playa? ¿Qué ocurrirá si empezamos a sonreír un poco más? ¿Y si buscamos estímulos positivos?
Lo dicho les deseo que se inyecten un buen chute de endorfinas para tener el timón sobre ellas y abrir esa farmacia interna que custodia nuestro cerebro, hagamos cosas buenas por él y en definitiva por nosotros: juega, sonríe, pasea, relájate, come, abraza, esta Navidad, no cuesta nada.
