Si hay una obra pública que la sociedad demanda y que urge construir, esta es la carretera de Llucmajor a Campos. El Consell de Mallorca acaba de anunciar que el desdoblamiento costará 42 millones de euros y que las obras comenzarán en enero de 2017. Se trata de una una infraestructura muy necesaria que ya debiera estar a disposición de los ciudadanos. Sin embargo, el Consell de Mallorca tras el cambio de gobierno, quiso marcar distancias con el proyecto del Partido Popular y con el cuento de revisarlo todo, la realidad es que se ha demorado un año.
Miquel Ensenyat, presidente del Consell de Mallorca, exhibe que se ha reducido en unos 189.000 metros cuadrados el territorio ocupado y en 63.400 metros cuadrados de asfalto. En un año de revisión del proyecto, esta es la impronta que su formación política puede dejar sin que quepa demorar más el inicio de las obras.
Bien está que cada gobernante quiera diferenciarse de sus antecesores, sobre todo si en lo ideológico hay mucha distancia, pero lo que está claro es que la reforma de la carretera de Llucmajor a Campos no admite más demora y es preciso que las obras comiencen cuanto antes. No se trata de un capricho ni de un antojo, sino de una necesidad imperiosa derivada que la densidad de tráfico que la vía soporta y de la accidentalidad.





