Leo que tras varios días de caídas continuas, el precio del petróleo ha alcanzado los 84 dólares, la cifra más baja en ocho meses. Pero también compruebo que las compañías petroleras, ahora que ya nos hemos acostumbrado, con lo que cuesta, no quieren que perdamos el hábito de pagar el litro de combustible a 1,35, por lo que no nos lo han rebajado. Afortunadamente, tengo la tranquilidad moral de saber que la diferencia se la quedan las grandes empresas de este país y eso siempre reconforta en momentos tan delicados.





