No me negarán que, desde la perspectiva de un observador imparcial, la estampa de nuestro país es ciertamente cómica. Lo malo es cuando te pones a pensar en el coste de cada una de las ocurrencias de los políticos. No me refiero, aunque podría, a la estampa de Rajoy sonriendo, con corbata, en una bicicleta. Si lo piensan, debe ser curioso bajar del coche oficial para hacer como que disfrutas pedaleando con traje y corbata en una bicicleta. El ideólogo se ha lucido: vincular la imagen de Rajoy con verano azul, salvo por la barba del inolvidable Chanquete, no es nada fácil. Es decir, que para presentarse como un partido moderno evocan una imagen setentera. ¿Psicología invertida? Puede ser. Vamos con la siempre entrañable zona sur. Desde que la lideresa del PSOE Susana Díaz tomó las riendas del partido, su objetivo ha consistido en desligarse del pasado de su partido. Y con qué vehemencia lo defiende, con qué garra. Pero, ¿qué ha pasado? Que en plenas negociaciones para formar gobierno, una jueza de Sevilla ha afirmado que la adjudicación de las minas de Aznalcóllar se ha efectuado con una absoluta falta de rigor. El primer escándalo llega antes incluso de presidir la Junta, y ahora no pueden echarle la culpa a Mercedes Alaya. Pero esperen, que hay más. Pedro Sánchez ha manifestado que puede pactar con todos menos con el PP y con BILDU. Y luego, tras decir eso, les pide apoyo para la Junta de Andalucía. Parece el chiste en el que uno le pregunta a otro: ¿sabes cómo hacer amigos, calvo? De todas formas, nadie va a apoyar a Susana Díaz, no hasta después de las elecciones del 24 de mayo. La cuestión es sencilla. ¿Compensan dos o tres consejerías a cambio de dar munición política al contrario? Claro que no. Lo de menos son los andaluces. En todo caso, tampoco el PSOE puede quejarse, porque la convocatoria electoral se efectuó para parar los piés del entonces creciente PODEMOS. ¿Quieres tacticismo? Pues eso. Ahora viene lo bueno. ¿Alguien sabría decirme el coste de repetir unas elecciones en Andalucía? Y, tras ello, ¿cuánto pagamos en impuestos al año? Al final, tenemos lo que nos merecemos





