Básicamente estas tres medidas son las que puede tomar el Gobierno de turno ante los problemas que van surgiendo en el territorio. También es posible empezar por la primera y terminar por la última, la de multar, pero a mi me parece que este orden se está invirtiendo desde hace tiempo. Surge un problema, alarmamos a la población de una manera contundente para conseguir el resultado deseado, que puede no coincidir con el mejor resultado posible. Es más a veces puede ser el problema artificialmente creado por lo que la alarma, es todavía más injustificada.
Entremos en el terreno de lo concreto, acabo de leer que a partir del día 1 de septiembre, el tunel de Soller dejará de ser de pago, puede haber una avalancha de coches y surgir un problema de tres pares. Resolvamos este axioma, primero el Tunel de Soller nace de una mala praxis política y pasa a ser de pago, retrayendo a los ciudadanos de la Isla a visitar algo que es tan suyo, como el resto de la Isla, ahora después de muchísismos años se va a hacer justicia, pero ya sale la alarma de los “riesgos” que puede traer, eso de dar gratis al pueblo, lo que ha pagado con sus impuestos después de tantos años. AL igual tendremos derecho al riesgo o es que nos quieren meter algún impuesto o tarifa en aras del “bien común” para evitar el posible colapso del tunel. Es evidente que las primeras semanas o meses habrá más afluencia, pero eso puede ser transitorio, pero hay que alarmar, justificadamente o no.
Este es un ejemplo, pero hay muchos más que ya se convierten en casi tópicos: el alquiler vacacional, ahora resulta que no es fruto de una mala ordenación territorial y falta de legislación pertinente, hecha con antelación, ahora es el mercado, los turistas, los cruceros y el exceso de Sol que tenemos. Pero si alarmamos lo suficiente y empezamos a multar, al igual muchos se creeran que somos los buenos de la película, los mismos que no se dieron cuenta de lo que pasaba, hasta que les estalló el problema en las narices.
Que la falta de previsión esta en el ADN de la mayoría de políticos está más que demostrado, se ponen soluciones cuando pasan catástrofes, pero lo peor es que ahora han encontrado otra manera más contundente de esconder sus carencias, alarmar a la población, incluso pedirles opinión sólo para ocultar su falta de conocimientos y profesionalidad para atajar los males que nos aquejan.
Trabajar en equipo es eficaz, escuchar la opinión de todos es bueno, pero saber tomar decisiones en base a una buena preparación y experiencia, eso no tiene precio. Hay que venir aprendido de casa, por lo menos para ser político.





