Cuando el sol aprieta y las noches se hacen cortas, el cuerpo pide algo más que agua fría y sombra. Pide sabor, textura y frescura. En la despensa estival mediterránea hay dos protagonistas que no fallan: la sandía y el melón, frutas que nos devuelven la hidratación, el placer y la ligereza que tanto agradecemos en estos días. Hoy, en esta edición sabrosa, traemos cuatro recetas frescas y sencillas con estas joyas de temporada. Cada una con su personalidad, su encanto y su toque saludable.
Ensalada de sandía con queso feta y aceitunas negras
El clásico veraniego que nunca falla
Una combinación explosiva de dulce, salado y ácido. Esta ensalada es la prueba de que con tres ingredientes bien elegidos puedes levantar un plato de diez.
Ingredientes:
- 200 g de sandía en dados
- 100 g de queso feta en dados
- Un puñado de aceitunas negras
- 4 tomates cherry rojos y amarillos
- Zumo de limón
- Aceite de oliva virgen extra
- Hojas de albahaca fresca
- Sal al gusto
Preparación:
- Corta la sandía sin semillas en dados pequeños.
- Parte los tomates cherry por la mitad.
- Trocea el queso feta y las aceitunas negras.
- Mezcla todo en una fuente y añade las hojas de albahaca.
- Aliña con zumo de limón, aceite de oliva y un poco de sal.
Una receta fácil, rápida y perfecta para una cena ligera o un picoteo en la terraza. Si quieres subir el nivel, añade unas hojas de rúcula o pepino rallado.
Granizado de sandía
La bebida más refrescante del verano
Si tienes sandía madura y una batidora potente, ya tienes el verano servido en vaso. Ideal para hidratar, bajar la temperatura corporal y disfrutar sin remordimientos.
Ingredientes:
- 500 g de sandía troceada y congelada
- 100 ml de agua fría
- Zumo de medio limón
- Cubitos de hielo (opcional)
- Hojas de menta para decorar
Preparación:
- Introduce todos los ingredientes en la batidora.
- Tritura hasta que consigas una textura granulada.
- Sirve de inmediato en vasos fríos.
- Decora con unas hojas de menta fresca.
Este granizado es una auténtica joya. Puedes añadir un chorrito de ron blanco si te apetece convertirlo en cóctel para una noche especial.
Gazpacho de melón
El entrante frío que nunca defrauda
Una sopa fría, tan elegante como fácil de preparar, que convierte cualquier comida veraniega en una experiencia gourmet.
Ingredientes:
- 500 g de melón sin piel ni pepitas
- 50 g de pimiento verde
- 50 g de pepino
- 1 diente de ajo (sin germen)
- 40 g de aceite de oliva virgen extra
- 15 g de vinagre de vino blanco
- 1 cucharadita de sal
- Opcional: jamón ibérico crujiente para decorar
Preparación:
- Corta todos los ingredientes y colócalos en un recipiente grande.
- Tritura hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
- Ajusta de sal y deja enfriar al menos 2 horas.
- Sirve frío, decorado con jamón crujiente y un chorrito de aceite.
Una receta ideal para abrir boca, cargada de matices suaves, perfecta para almuerzos en la sombra o cenas ligeras.
Batido de melón con yogur y menta
El postre cremoso que apetece a todas horas
Fácil de preparar, sin complicaciones, con textura cremosa y aroma a campo recién regado. Este batido es una opción nutritiva y sabrosa.
Ingredientes:
- Medio melón Galia
- 1 yogur natural (125 g)
- 6 ramitas de menta fresca
- 150 ml de leche
- 1 cucharada de nata (opcional)
- 1 cucharada de azúcar
- Bolitas de melón para decorar
Preparación:
- Saca bolitas de melón para decorar.
- Tritura el resto con el yogur, leche, nata, azúcar y menta.
- Cuela si quieres una textura más fina.
- Sirve bien frío, decorado con bolitas y una hoja de menta.
¿Lo mejor? Puedes prepararlo en versión vegana usando yogur vegetal y leche de avena o almendra.
Cierra el verano con fruta… y con estilo
La sandía y el melón no solo hidratan. También inspiran. Su sabor, su textura y su versatilidad las convierten en protagonistas indiscutibles de la cocina de verano. Desde un primer plato hasta un granizado, estas recetas funcionan a cualquier hora del día y te aseguran ese efecto “wow” en los tuyos sin esfuerzo.