Ciertamente se llega a hacer irrespirable este calor y el color con el que acuden las cosas al cerebro . Yo no sé discernir entre un color y otro y, no lo digo sólo por lo del nuevo estamento político, que nada más llegar se ha infectado de casta cambiando como un camaleón promesas y discurso cambiando del verde al amarillo con total naturalidad y sin inmutarse.
Como no se explica el color ambiguo, gris diría yo, que han adoptado en poco tiempo ciertos transformistas del Partido Popular, quienes hace treinta días adoraban al Senador y callaban ante su presencia y ahora le dicen, delante y detrás !Váyase Señor Bauzà! ¿Qué color les ponemos a ciertos espabilados de esta panda? Mejor les suspendemos de militancia y les mandamos a galeras por traidores y pelotas. Con gente así el barco del P.P. tendrá muchas dificultades para encontrar el rumbo y enarbolar de nuevo la bandera en lo alto del mástil. La tropa con formación y aptitudes, no se fía de esta camada quienes, con el “capitán Bauzà”, navegaron en cubierta a placer y enseñando pecho y, ahora, quieren tirarlo por la borda para que se lo trague el mar.
Vaya sarta de acontecimiento que dan color a los días que nos han tocado vivir.
Cierto es, que hay días con más color que otros y mucho más, si nos lo hacen saber con anuncios, manifestaciones, exhibiciones y colgando banderas multicolores o de colorines en los tejados. Banderas que, sin lugar a dudas, adquieren mayor categoría si están expuestas en los balcones del Ayuntamiento. Son banderas que, si bien no nos representan a todos -faltaría más- sí representan a un gran colectivo, entre los que tenemos amigos, primos y demás familiares, como ocurre en los funerales, bodas y otros saraos. Ha habido no obstante, algunas poses, disfraces y slogans que se han exhibido y se han coreado con un poco de mal gusto y para las que no tengo ni color ni explicación. Sólo acierto a confesar, que no sé cómo se lo voy a explicar a mis alumnos. Reconozco mi ignorancia ante ciertas demostraciones. Por lo demás, viva la bandera de colorines y con mucho orgullo. Yo, ya preparo la de mi equipo, para que también la pongan en el balcón del Ayuntamiento el día de nuestro Santo Patrón y, les aviso, que no es un retal precisamente y espero, que en mi día, la cuelguen ahí arriba con mucho orgullo.Amén.
