No, no, que no vamos a recordar que en los últimos cinco partidos al Mallorca le han pitado cuatro penaltis a favor y sólo uno en contra. Son rachas. Lo que no es admisible es repetir esas frases hechas, tópicas y típicas que tanto abundan y más que se usan en el mundillo del fútbol, cuyo léxico cada vez resulta más limitado. De esos modismos el que se lleva la palma es este de que “el penalti sólo lo falla quien lo tira”, atribuida a Luis Aragonés que últimamente se ha convertido en el Napoleón Bonaparte del balompié, pues se le imputa lo que ha dicho y lo que no ha pronunciado nunca. Da igual. En fin, es como si alguien dijera “sólo tropieza el que camina”. Pues si, faltaría más.
Mariano Tirapu, que defendió la portería mallorquinista entre el verano de 1981 y el mes de junio de 1984, me confesó que parar un castigo máximo nunca es un acierto del guardameta, sino siempre un error del delantero. Y yo pienso igual. Es el colmo que tíos que practican cinco días a la semana y juegan el sexto, no acierten un tiro libre y sin obstáculos a once metros de un rectángulo comprendido entre dos palos separados por siete y pico de ancho y un travesaño de casi dos y medio de alto, bajo el que se encuentra un enemigo al que ni siquiera le permiten mover los pies de encima de la línea. El máximo nivel de paroxismo se alcanza cuando algún entrenador justifica el fiasco con la excusa “el chico ha cogido la responsabilidad”. Hasta aquí podríamos llegar. ¿Le pagan para no tenerla o para qué?.
Lo siento por Brandon, que me cae bastante bien. Los que me vienen a la memoria son los de Cristiano, Messi y demás multimillonarios que deberían pagar una multa cuando fallan un penalti, vaya fuera, al poste o lo pare el cancerbero.





