El que fuera director deportivo del Real Mallorca, Nando Pons, enciende al Mallorca y se verá las caras con la propiedad del equipo en el juzgado el próximo 12 de abril. Las desavenencias entre Pons y el club se materializaron el pasado 31 de enero de 2011 cuando el club decidió prescindir de sus servicios al considerar que el contrato que unía a Pons con la entidad, y que este firmó con Vicente Grande, era doloso y por lo tanto anulable. Pons no lo considera así y ha decido denunciar al club mallorquinista y solicitar 1,6 millones de euros. Así, el anterior Director Deportivo pretende demostrar dos cosas: primero, que su despido, con fecha de 1 de febrero, ha sido ilegal y, segundo, que desde el club no le han dejado trabajar. Entre los citados para la vista, se encuentran Jaume Cladera, presidente del club; Lorenzo Serra Ferrer, máximo accionista; Miquel Coca, secretario del club; Michael Laudrup, entrenador; Eric Larsen, ayudante del anterior; Pep Sansó, coordinador de equipos base; Antonio Oviedo, encargado de hacer informes de jugadores y equipos; Jaume Serra, hijo de Lorenzo Serra Ferrer; los cuatro capitanes del equipo; Nunes, Ramis, Webó y Martí y, tal como ya adelantó mallorcadiario.com en su momento, los jefes de deportes de medios escritos, televisivos y radiofónicos de las islas. La situación no es agradable para la entidad y menos porque la lista de testigos que Pons ha citado va a suponer que muchos se vean en la tesitura de tener que contestar cosas que pueden favorecer a Pons pero ir contra los intereses de la actual propiedad, por ejemplo, que en algunos de los últimos fichajes cerrados por el club, como el de Ratinho, Joao Víctor, Ienaga y De Guzmán, no los ha hecho Nando Pons.





