Hay afirmaciones que no se las cree ni quien las pronuncia pero, además, es que se ha de ser muy desahogado para decir que “Olaizola es como Cúpero o Luis Aragonés” (Maheta Molango en Diario de Mallorca) sea cual sea el sentido y el significado que cada uno le quiera dar a tal barbaridad.
Incapaz de defender su gestión con un solo argumento sólido, el consejero delegado del club insiste en un discurso que no cala en el mallorquinismo auténtico, más allá de los pelotas que le rodean. Cuantos más días transcurren y aún convencido como estoy de que el fútbol depende exclusivamente de la dictadura de los resultados, la disociación entre el club y la sociedad es mayor. Utz Claassen abrió la fosa y el abogado suizo no hace más que cavar para hacerla más profunda. Y quienes están en el día a día de Son Moix y Son Bibiloni, lo saben.
Aprecio mucho a Olaizola. Dije y escribì que le hacían una verdadera injusticia al no mantenerle al frente del equipo después de evitar su descenso con la ayuda de Pep Alomar- Igual que se la han hecho ahora a Pepe Gálvez y Alfonso Pérez-, pero este reconocimiento personal no es óbice para recordar que será el tiempo quien determine y califique su carrera como entrenador. Tiene que comer muchas sopas para compararse con los dos monstruos mencionados y el primer que es consciente de ello ha de ser él mismo que tuvo el privilegio de poder aprender de ellos.
Ah, disculpen. Para no aburrir, de la desidia escribiré mañana.







