Sigo con otro gran testimonio, con una gran fuerza pedagógica y ejemplarizante que muestra la resiliencia de un superviviente. Su analfabetismo emocional lo transformó en una gran sabiduría espiritual que comparte generosamente con los mas próximos. Hoy es una persona agradecida que respira libertad.
"Como todo en la vida, empieza en un momento de la vida y el mío fue a los 18 años en mi primer año de universidad, como en un solo escrito es imposible contar mis experiencias, iré paso a paso".
Lo primero es explicar el título, un día soleado estando con amigo en la residencia me fui a dormir y no conseguía hacer algo tan básico como era cerrar los ojos y dormir. Han pasado muchos años y jamás olvidare ni quiero olvidar todo lo que he pasado hasta el día de hoy donde puedo decir que soy libre, por eso es un trozo del diario de mi vida.
Para no alargar todos los momentos distintos que se presentaron lo redactare de la manera más sencilla y clara posible.
Empecemos: Cuando me levanté al día siguiente habiendo pasado una noche en la cual no solo no dormí sino que mi cabeza empezó a coger una velocidad incontrolable enfocada a situaciones y sentimientos que me producían dolor, conviví con ello a diario ya no era solo por las noches sino 24 horas, como una gasolinera. El dolor que me generaba, la angustia, esos miedos irracionales, esas ideas siempre negativas provocaron un desgaste mental y físico que me llevo a la enfermedad de este siglo una depresión untándola con un grado obsesivo y mucha ansiedad hasta el punto que llegaba a desmayarme o quedarme sin respiración. Fue mi familia que se dio cuenta que algo me pasaba pero en esa época decir depresión sin motivo aparente era decir que estaba enfermo y siento discrepar con la RAE y demás libros que definen ese estado como una patología o enfermedad, no digo que medicamente sea así ya que existe la enfermedad y sobretodo la cura, si señores todo por muy negro que sea y por doloroso tiene una salida diría más una recompensa.
Al verme así fui a lo que llamaban un “loquero “, un psiquiatra, la verdad que ese primero no funciono , por lo que ni la medicación ni yo hacíamos nada por mejorar.
Durante 6 años viví un infierno ( todavía vivo con ello pero ya conozco su cara y tengo armas para echarlo cuando quiera ), cada día levantarme era saber que iba a sufrir cada segundo y no sabía porque, me preguntaba, que había hecho para merecer eso, la verdad que la respuesta ahora la veo muy clara, NADA. Pero en ese momento cuando las relaciones personales te son toxicas cuando la soledad te lleva a sitios oscuros y la noche a ideas negras y si queréis nombres los daré , pensé millones de veces porque no me moría ya, no podía más y volvía la noche y el sol y todo se repetía y cada vez el dolor era mayor , la medicación ayuda pero es solo unas gafas de sol , te ayuda a ver mejor pero el sol sigue estando fuera más claro , es un bastón para caminar que algún día debes quitártelo y ver el sol sin gafas y caminar sin bastón, simplemente recuperar tu vida. Mi infierno, me llevo a dejar de estudiar porque era incapaz de concentrarme, a tener ataques de ansiedad sin cesar a obsesionarme en mi caso fue el conocimiento , no paraba de leer y leer …
No podía controlar esa ansia , esa adicción que me pedía mi cabeza , ella era dueña y señora de mi vida y yo su esclavo. Os puedo jurar que me llevo al borde, más oscuro y duro que cualquier ser humano jamás debe llegar, justo ahora lo recuerdo todo y me caen lágrimas y no me da ninguna vergüenza, quería morirme y no podía , necesitaría muchas hojas para contar todo lo que pase y explicar cada momento y como lo enfoque.
Al límite ya pedí ayuda a mi familia, en realidad solo a mi padre, le metí una carga que me dolió y me duele de por vida , no quise meter a nadie más para que no sufrieran ese dolor, pero estaba solo o eso creía. Mi padre, mi mejor amigo y enemigo, mi gran aliado contra mi mismo , nuca me ha abandonado por eso recordad que haceis mas daño sin pedir ayuda.
Cambié mi planteamiento de vida, es decir, me limité las fiestas ,las relaciones tóxicas, todo aquello que me hacía daño y mejore pero por volví a caer esta vez se me junto un duelo personal, una perdida con una ruptura sentimental y ese es el cocktail perfecto para que volviera al 100% mi querida amiga y me quede hundido pero algo había cambiado , no tarde mucho en ver que ya no era una amiga cualquiera, la conocía y por lo tanto sabia como era así que salió de mi fuerza y más fuerza para echarla de mi vida y volví a ver a quien ya mi médico, mi amigo y me dijo exactamente hay una persona aquí que te puede ayudar y lo clavo , era otro psiquiatra pero su especialidad fue el psicoanálisis ( ojala todo el mundo tuviéramos uno cada día ) y allí me enseño que él no haría nada solo me daría indicaciones pero quien conducía era yo y con ayuda de la química y el psicoanálisis empecé a conocerme a darme cuenta de que el problema no lo enfocaba , había una mezcla de factores , desde la infancia a mi propia vida que era idílica hasta ese momento , lo tenía todo y corrijo creía que lo tenía todo.
Simplemente me hice una pregunta si lo tengo todo porque no duermo… El vacío se metió en mí , estaba vacío y nada lo podía llenar ni material ni sentimental pero esta vez tenia aliados, profesionales que me decían lo que no quería oír y fue cuando aprendí que no es en un iceberg la punta que sale de hielo lo peligroso sino la masa de abajo que es kilométrica, así que decidí con fuerza y voluntad querer sufrir, si como lo digo quise sufrir y sufrir para llegar al fondo a esa parte que esta en el inconsciente y sabía que no podía estar mucho tiempo así porque no lo aguantaría así que lo aproveche, es más fue la mejor lección de mi vida, conocerme con todos mis defectos y virtudes. Teniendo esos dos factores solo me necesitaba a mí, a aceptarme como era, a ver todo ese camino como un aprendizaje que estaba llegando a su fin.
Ese infierno que vivía a diario poco a poco y sin darme cuenta desapareció y ha vuelto muchas veces pero cuando viene sonrió porque es como ver a un viejo amigo.
Ya saben en derrota transitoria , pero nunca en doma.
