Halloween es una arraigada tradición norteamericana que no deja de crecer en todo el mundo. La palabra procede de la expresión “All Hallow Eve” (víspera de Todos los Santos) y su origen está muy relacionado con esta tradición cristiana, pero también con creencias paganas celtas y romanas que celebraban el fin de la cosecha y el recuerdo de los familiares difuntos: el 'samhain' y el 'mundus patet'.

En Palma, la festividad simbolizada por una calabaza de aspecto tenebroso provoca que las tiendas de disfraces no hayan dado abasto durante los últimos días. "Halloween le sigue comiendo el terreno a Carnaval, sobre todo en los últimos años", comenta Isabel Martínez, dependienta de Eurocarnavales a mallorcadiario.com.
EL CINE COMO FUENTE DE INSPIRACIÓN
El pasado año, el disfraz más demandado fue el 'Beetlejuice' (Bitelchús en España). El estreno de la segunda parte de la película volvió a resucitar al "exorcista de los vivos", interpretado en la gran pantalla por Michael Keaton.

"En este 2025, los chicos se decantan por los disfraces de vampiro. En cambio, las chicas prefieren a 'Miércoles Addams', quien se ha vuelto a poner de moda con el estreno de la nueva temporada, la versión femenina de 'Scream' o la bruja Mala del Oeste de 'El Mago de Oz'", subraya Martínez.
UNA CALABAZA COMO SÍMBOLO
La famosa calabaza de Halloween tiene su origen en Irlanda. Según cuenta la leyenda, un irlandés de dudosa reputación por su afición al alcohol, su tacañería y su egoísmo (Jack O'Lantern) mantuvo un encuentro con el mismísimo Diablo durante una noche del 31 de octubre. Contra todo pronóstico, O'Lantern fue capaz de atrapar al Maligno con la ayuda de unos crucifijos. Una década más tarde, ambos llegaron a un pacto y el Diablo fue liberado.
Pasaron los años y el irlandés falleció. Entonces, no pudo ascender al cielo por una vida llena de pecados. Tampoco descendió al infierno, ya que allí se encontraba el Diablo y aún seguía vigente la promesa de no llevarse nunca su alma.
Así, O'Lantern quedó condenado a una eternidad en ninguna parte, no había cielo ni infierno. Cuentan que el Diablo, para burlarse, le entregó un carbón encendido para que vagara eternamente por la oscuridad. El irlandés colocó este carbón dentro de un nabo, pero con el tiempo los propios irlandeses cambiaron su leyenda utilizando calabazas, ya que con su migración a tierras americanas era más complicado encontrar nabos, mientras que la calabaza estaba mucho más extendida. Este hecho, unido a que son más sencillas de vaciar y utilizar a modo de candil, fue el detonante para convertir a la calabaza de Halloween en el símbolo de la Noche de las Brujas.








