Sonrojo en la ITB de las grandes cifras. El consejero delegado de Thomas Cook le sacó los colores a Turismo de Baleares. Más concretamente a sus responsables de promoción y por su política de ahorro. Lo recalcó con crudeza Peter Frankhauser en el Foro de Turespaña el primer día de feria. También cuestionó que dejaran marchar a Sciacovelli y Guerrero. Franckhauser es un enamorado de Mallorca, donde tiene residencia. Y le duele la retahíla de despropósitos que ha vivido la consellería de Turismo. No entiende, como no entiende nadie en su sano juicio, que la imagen de Baleares en el exterior sea cutre por culpa de los políticos. Y le desconcierta especialmente el desprecio hacia la promoción exterior. “Cada euro ahorrado en marketing es un potencial de ingresos perdidos”, enfatizó el Ceo de Thomas Cook en el Foro de Turespaña. Acompañado de Michael Tenzer y Hans Muller, insistió en la necesidad de contar con más presupuesto ”y con acciones más visibles y objetivos definidos”. Pero la ATB de Joana Barceló, Torres y Munar no están por la labor. Para Frankhauser las Islas están muy bien conectadas y disponen de buenas infraestructuras, pero nuestros competidores también lo están, “con la diferencia de que disponen de grandes presupuestos de marketing y promoción”, recalcó a la par que recordó que sobre este asunto había hablado en la anterior ITB. Por cierto, ya en manos de Barceló. “Las cifras suben en Mallorca de forma considerable, entre un 20 y un 30 por ciento —añadió—pero no hay que olvidar que tenemos clientes prestados por los problemas de Egipto y Túnez. Y para fidelizarlos habrá que ofrecer una buena relación entre precio y calidad, buen servicio y amabilidad.” Frankhauser, en definitiva, no quiere que nos durmamos en los laureles. Entre las cuestiones negativas de 2010, además de la nube tóxica y la huelga de controladores, mencionó la marcha de las directoras de promoción, Susana Sciacovellí y Mar Guerrero. Las alabanzas de Frankhauser se centraron en el alcalde de Alcudia y los hoteleros de este municipio por su apuesta por el programa Ironman, del que ya hay unos 1.800 inscritos.
