Me he estado preguntando qué querría ser si no fuera profesor. Y miren, la verdad es que me gustaría ser un alto cargo de esos que escriben consejos para los ciudadanos (que cobran 60 mil euros al año). Por ejemplo, los que explican a los ciudadanos cómo comportarse en caso de rebajas. Lo digo porque es verdad, existe un tío o tía en el Govern que se dedica a escribir recomendaciones para estos días. Ustedes verán: al parecer, el espíritu de ángel de la guarda que nos protege del mal que tienen nuestros políticos les conduce a esto: a explicarnos hasta lo más tonto. Vean: dicen por ejemplo que hay que “huir del consumismo y comprar sólo lo que realmente se necesita”. Nuestro nunca suficientemente bien considerado Govern nos añade que tenemos que “planificar”, que no hay que salir a ver escaparates sino que se ha de hacer “una lista antes de ir a las tiendas”. Hemos de buscar el precio anterior, no creernos todo. Nos indican que hemos de buscar los lugares de Internet seguros, o sea que si vemos un lugar que nos dice que es engañoso... Siendo crítico, me pregunto cómo es posible que se le pague el sueldo a alguien por escribir estas estupideces, esta sarta de tonterías. ¿Quiénes se creen que son para decirnos si tenemos que llevar una lista o no de la compra? ¿Nos recomiendan algún bolsillo en particular para llevar la lista? ¿Pero qué tiene en la cabeza este sujeto que se atreve a escribir una estupidez tal como que sólo tengo que comprar lo que necesito? ¿Desde cuando un Govern está para decirle bobadas a los ciudadanos? ¿Por qué, si sólo tengo que comprar lo que necesito, las autoridades permiten la publicidad? ¿Por qué las instituciones dejan que nos engañen pasándonos productos manipulados? Yo sé por qué. Por lo mismo que nos hacen pasar a un papanata por un político serio como es el autor de estos consejos.
