El Tribunal del Jurado de la Audiencia de Baleares ha emitido un veredicto de culpabilidad para J.R.T., acusado por la Fiscalía de un delito de homicidio por matar de dos puñaladas a otro hombre en marzo de 2015, en unas casas de la zona del Secar de la Real de Palma habitadas por indigentes. Según el Ministerio Público y tal como ayer reconoció el acusado en la primera jornada del juicio, el 27 de marzo de 2015 mantuvo una discusión con E.G.B., de 24 años, y con intención de ocasionarle la muerte, le atestó una puñalada en el tórax y otra en el cuello, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Baleares.
Tras el veredicto de culpabilidad, la presidenta del tribunal, la magistrada Ana Cameselle, dictará sentencia en unos días.
El ministerio público solicita para el acusado una condena de 10 años de prisión. Al rebajar su petición inicial de pena (que era de 13 años) la Fiscalía ha tenido en cuenta la admisión del crimen así como que el día del homicidio el agresor tenía sus facultades alteradas por su grave adicción al alcohol.
El homicida confeso, que actualmente sigue tratamiento de rehabilitación por su adicción, detalló ayer ante el jurado que el día del crimen había consumido una botella de whisky.
Un policía que declaró como testigo contó ante el jurado que el crimen se descubrió cuando dos hombres interceptaron su vehículo mientras estaba de patrulla por la carretera de Establiments y le dijeron, "muy alterados", que sabían dónde había un cadáver.
El agente acudió al lugar que le indicaron, por un camino de hierba alta, hasta unas viviendas frecuentadas y habitadas por indigentes, encontró el cuerpo y solicitó refuerzos.
Mientras el policía esperaba a que llegaran los refuerzos, uno de los que había dado el aviso le contó que otro hombre había admitido el crimen. El hombre a quien señalaron como autor de la agresión estaba encerrado en un cobertizo cercano, donde fue detenido después de que la policía tirase la puerta abajo.
Además de la pena de prisión, la Fiscalía pide que el acusado sea condenado a indemnizar a con 20.000 euros a la pareja del fallecido y la misma cuantía a su hermana, así como con 30.000 euros a cada uno de sus progenitores.