Enfilaban hacia la redención y terminaron con un buen palo. El Mallorca se vuelve de Las Palmas dolorido y más con el fiasco ante el Valladolid en la retina.
No pintaba fácil teniendo en cuenta que el oponente era el líder. Arana adelantaba el marcador en el minuto 20 tras una jugada individual y daba oxígeno -una semana más- a Karpin. 11 minutos después, Pedro Bigas se lesionaba y en su lugar entraba Agus. El equipo se iba con la moral alta al descanso.
Sin embargo, en la segunda parte llegaban las malas noticias: en el 71 Ortuño, que acaba de entrar por Culio, conseguía el empate y disparaba las alarmas en el banquillo de Karpin. Y ya en la recta final, en el 89, penalti a favor de los locales con la expulsión de Cendrós. Momo consumaba la maldición engañando a Cabrero.