El Real Mallorca parece haberse olvidado del objetivo final del fútbol, que consiste en introducir la pelota en el interior de la portería rival, para así conseguir la victoria. Y dice la máxima que si perdonas más de la cuenta lo acabas pagando. Y caro.
Llegó el Llagostera a Son Moix dispuesto a disputar con los hombres de Miquel Soler, la posibilidad de acceder a la sexta posición de la clasificación que daría opción a jugar la promoción de ascenso a Primera, y a pesar de que vieron como a lo largo del partido el balón estuvo casi siempre en posesión del conjunto local, el equipo de Soler no supo rematar las ocasiones de gol que generó.
Lo más cerca que estuvo fue un remate al palo de Joselu llegando al final de la primera parte.
un par de ocasiones más en el área rival, llenaron el resumen final para el conjunto bermellón, que siguió hasta el final del partido, teniendo el poder de la pelota pero sin acabar las jugadas en forma de gol.
El llagostera tiró de oficio y se defendió con uñas y dientes a la espera de su oportunidad, y esta llegó a falta de 12 minutos para el 90. Una falta frente al área del Mallorca, y Sergio León es el más listo de la clase y aprovecha un error monumental de la defensa rojilla para marcar el gol de la victoria.
Nadie había pedido barrera ni distancias, pero la defensa al completo se quedó parada, de espaldas a la pelota en un evidente error de concentración. El Llagostera no desperdició la oportunidad que le habían regalado y con ella, se llevó el partido.
Del resto del partido, destacar y lamentar una nueva lesión del defensa Bigas, que con molestias musculares, tuvo que abandonar el partido mediada la segunda mitad.








