Carlos Rodriguez Braun es el autor de esta cita y los políticos la llevan a rajatabla, cuando hay problemas hay que buscar un chivo expiatorio, fabricarlo o en el mejor de los casos crear una cortina de humo.
Para nuestro presidente Sánchez, todos lo problemas económicos producto de la inflación, que a su vez es producto de la subida de todos los productos esenciales en una primera fase, que después irá alcanzado a todos los productos y servicios que necesita hoy en día una sociedad, es por culpa de Putin, con dos coj…
Que hace meses la subida de la luz y los carburantes era un hecho irrefutable, no importa, que la inflación ya estaba por encima del 7% antes de empezar el conflicto de Ucrania es pecata minuta para el Presidente, porque el sabe que todo esto era parte del “plan de Putin” para afearle la salida de la crisis del COVID.
La gasolina que pagamos ahora es la que se compró hace meses antes del conflicto, igual que el aceite y prácticamente todos los productos de los supermercados, los cuales han corrido a cambiar etiquetas para encarecerlos, aunque todavía no les haya llegado la subida, pero nuestro Ministro de Consumo Sr. Garzón, está más preocupado pensando que le va a pasar a la “Madre Rusia” creadora del comunismo en el que milita, que el denunciar y poner remedio a esta situación.
Creo incluso que en estos momentos que nuestro Presidente Sánchez están en la Palma, está evaluando la posibilidad de echarle la culpa a Putin de la erupción del Volcán, que asoló parte de la Isla y ha dejado sin casa a cientos de isleños. Putin es lo que es y podemos ponerle todos los adjetivos malsonantes que queramos, pero de momento no está constatado que haya sido el responsable del COVID, del Volcán o de la subida de precios de mucho antes que iniciara la guerra.
Como ya he comentado anteriormente si los mismos ineptos que han llevado la crisis del COVID en Europa, son los mismos que están tomando las decisiones en el conflicto de Ucrania, podemos tener un serio problema, la ineptitud no se vuelve en virtud tan rápidamente, pero en lo que son maestros todos estos mandatarios, que estaban reunidos hace un par de días en Versalles con caras sonrientes (una imagen totalmente vergonzante y bochornosa, parecían que se iban de copas) es en aprovechar la coyuntura, para que olvidemos la pésima gestión de los últimos dos años, con bandazos diarios, falta de previsión y mentiras incluidas.
No se debería ver a Ucrania como la escapatoria a una pésima gestión, en este caso de España en la salida de la crisis generada por el COVID. Tenemos que tener altura de miras, no caer en trampas y pensar que con el “ojo por ojo” se arreglará este conflicto porque ya decía Gandhi que “ojo por ojo y al final todos ciegos”.
El desastre humanitario de Ucrania está fuera de toda duda, la forma de arreglarlo es más discutible, porque una ampliación de la guerra a más paises sólo puede llevar más terror, muerte y destrucción. EL año pasado murieron 2.800.000 niños por los efectos de la desnutrición en el Mundo, unos 18.000 al día y nosotros estábamos a lo nuestro, parece que esos niños no tienen el derecho a la vida, porque no ha habido un Biden o una OTAN de turno que nos haya arengado para arreglar la situación, mientras que ahora para el tema de Ucrania les faltó tiempo.
No me gusta lo que veo, no me fío de casi nadie y creo que al final en una medida u otra “todos mienten”, mientras tanto principalmente la población de Ucrania sufre y los europeos vamos a ser los peor parados a nivel económico, mientras tanto China espera, lo cual tampoco me lleva a buenos vaticinios.
Sr. Sánchez céntrese en el País que gobierna de una vez, empiece a trabajar para lo que le pagamos, que es el bienestar de esta nación, porque todo esto le viene muy grande.
