Anoche estuve viendo en la televisión a nuestro presidente hablando junto a Angela Merkel. Decía que hay que hacer las reformas, que hay que controlar el gasto, que no se puede exceder el marco presupuestario, que hay que limitar el déficit. ¡Qué quieren que les diga. Este tío es un crack! Lo ves, todo serio, escuchándose, cuidando cada palabra, y diciendo exactamente lo contrario que hace unos meses. ¡Es un fenómeno! No todo el mundo vale para esto: qué aplomo, qué porte, con qué énfasis. Lo veo y me acuerdo perfectamente de ese mismo tono con el mensaje opuesto. Ustedes verán: yo no serviría. ¡Qué quieren que les diga! Soy menos flexible, o menos político. No sé. Pero me entraría la risa. En cambio, nuestro Presidente sale inmutable. Yo me lo imagino que por la noche, con Sonsoles, hará unas risas. Como aquella vez que Aznar decía “mira el rollo que les he metido a estos”. Pero más, Zapatero no nos mete un rollo, por pesado, sino por flexible. Puede ser él y lo contrario y tan tranquilo. Un portento.
