La historia nos ha demostrado como en la Alemania nazi pocos inocentes hubo y es que la gran mayoría de alemanes que primero votaron y luego apoyaron a Hitler sabían perfectamente que el gobierno nazi era antisemita y de hecho acabaron asimilando sus ideas y se convirtieron directamente en cómplices del holocausto judío. Lo mismo está pasando hoy con millones de votantes de partidos ultras que se están convirtiendo en responsables de lo que está pasando y de lo que vendrá s no hacemos algo a tiempo. El votante no deja de ser responsable de lo que ha votado y es que es de cobardes votar y luego mirar hacia otro lado.
Ahora millones de brasileños se han entregado en brazos del ultra Bolsonaro que les ha prometido un imposible a costa del colectivo LGTBI, las mujeres, los indígenas o los musulmanes. ¿Qué nos está pasando en Occidente que estamos entregando nuestros gobiernos a los neo nazis, ultras y sembradores de odio encandilados por cantos de sirena podridos y hediondos?. Estamos repitiendo la historia y no somos conscientes de que el coste a pagar con todo esto va a ser inasumible humanitariamente hablando. En Brasil ya ha crecido el número de agresiones LGTBIfóbicas y a negros o extranjeros. El miedo se está apoderando de los más débiles y eso que el repugnante de Bolsonaro aún no ha asumido el cargo de presidente. Ha de ser horrible sentir miedo de salir a la calle y sentir el odio y rechazo. Todos los millones de votantes de Bolsonaro van a ser corresponsables de lo que venga a partir de ahora en el país de la samba y el Carnaval. La comunidad internacional no puede mirar hacia otro lado mientras van aplastando a las minorías a medida que avanza la ultraderecha. Brasil, Rusia, Estados Unidos, Polonia, Hungría, Italia...hay que hacer algo.
En España el virus del fascismo se extiende también sin freno. Hasta hace poco los ultras se escondían bajo las siglas del PP pero con la irrupción de VOX se han quitado la careta y prometen enfangar el panorama político en España hasta límites insospechados. El colectivo LGTBI junto a los catalanistas e inmigrantes son su objetivo favorito. Creen en una España grande y libre, blanca, heterosexual y muy católica. Todo lo demás les molesta. No puede haber españoles de bien que toleren el odio entre sus amigos y familiares. A los simpatizantes de la ultraderecha no hay que reirles las gracias, hay que aislarles, tenemos que hacerles saber que ese no es el camino y que no hay nada que justifique tanto odio. Es imprescindible crear un cordón sanitario que aísle a los radicales para evitar que lleguen a las instituciones o si no cuando queramos darnos cuenta será demasiado tarde.
