Tras 13 años de servicio ininterrumpido a sus clientes, Compro Oro Plaza Progreso ha iniciado una nueva etapa a raíz del ambicioso proyecto de renovación que su propietario, Josep Palacios, ha llevado a cabo en la tienda. El cambio de imagen, basado en una valiente apuesta por un diseño innovador y moderno, responde no solo a criterios de funcionalidad, sino también a la necesidad de transmitir un mensaje que Palacios y su equipo tienen muy presente: “La vida es oro...Vívela”. Lo cuenta él mismo en mallorcadiario.com
¿Qué filosofía subyace tras esta idea tan positiva y vitalista?
Mire, hay muchos motivos por los que una persona decide, en un momento determinado, rebuscar en los cajones de su cómoda o de sus armarios con la intención de vender aquellas alhajas que guardó en su momento y que ahora se ha planteado canjear por dinero. Lógicamente, es posible que la razón sea superar una dificultad económica, pero también puede ocurrir que, simplemente, el vendedor pretenda disfrutar de un buen viaje, o darse un capricho. En definitiva, sacarle el máximo partido posible a la vida. Porque la vida, en efecto, hay que vivirla, y el oro representa un excelente aliado para conseguir este propósito tan saludable. El oro equivale siempre a disponer de dinero en efectivo, no le quepa ninguna duda.
Compro Oro Plaza Progreso se ha convertido en una parte indesligable del escenario comercial de Palma. ¿Cuál es su balance de estos 13 años de relación con sus clientes?
La valoración no puede ser más satisfactoria. Tenga en cuenta que, a lo largo de este tiempo, hemos llevado a cabo unas 57.000 operaciones, y todo ello desde esta misma tienda. Muchas personas me han preguntado a veces por qué no hemos cambiado de ubicación, o incluso por qué no hemos optado por expandirnos, abriendo nuevos comercios en otras partes de Palma o de la isla. Y la respuesta que les traslado es siempre la misma: nos ha ido muy bien en Plaza Progreso y con este establecimiento. Y queremos seguir aquí y aferrarnos a nuestra filosofía de pequeña empresa familiar. Creo firmemente que este es uno de los secretos de nuestro éxito, y no quiero cambiarlo por ningún plan de expansión. En la tienda trabajamos mi esposa, mi hija, una sobrina y yo mismo. Y, si he de serle sincero, la confianza que te proporciona la certeza de saber que estás entre los tuyos, no tiene precio.
"El oro equivale siempre a disponer de dinero en efectivo"
Pongamos que alguien que esté leyendo este artículo en mallorcadiario.com decide visitar su tienda para venderle una joya. ¿Cuál es el procedimiento?
Hay que seguir un protocolo, por supuesto, porque el oro es un tipo de transacción que exige garantizar al máximo la seguridad de las operaciones. A partir del momento en que el cliente acude a nuestro establecimiento con una propuesta de venta, es imprescindible que transcurra un plazo de tiempo durante el cual se deberá determinar que ese artículo no ha sido producto de ningún robo y que no existen denuncias relacionadas con esos efectos. Este proceso nos lo tomamos muy en serio, como es de imaginar. Nuestra colaboración con las fuerzas de seguridad y las instancias judiciales es absoluta, no solo por la obligación de no vulnerar bajo ningún supuesto la legalidad, sino también por respeto a los derechos e intereses de los clientes.
"Las transacciones que realizamos exigen garantizar al máximo la seguridad de las operaciones"
¿Es habitual el regateo entre comprador y vendedor en las transacciones de piezas de oro?
Estas operaciones no tienen nada que ver con la imagen que se traslada, en ocasiones, desde determinados programas de televisión. Vamos, que no estamos hablando de un mercado persa, precisamente. En realidad, la cuantía del pago que efectuamos al cliente por la venta de sus alhajas se ciñe rigurosamente a los valores que marca la cotización del oro para ese día en concreto. Ni más ni menos. Y hay que puntualizar que, en el caso de este sector, se trata de una cotización muy inestable que, en consecuencia, debe ser consultada y corroborada al momento. Y esa es la cantidad que abonamos al cliente. Aquí no hay subastas ni regateos.
"El precio que obtiene el cliente es el que marca la cotización del oro para ese día. Aquí no hay subastas ni regateos"
Negocios como el que usted regenta se hicieron muy populares y concurridos a raíz de la crisis financiera que estalló en 2008. Muchas tiendas abrieron entonces sus puertas en Palma. ¿Cuántas han mantenido su actividad?
Los datos son muy elocuentes. En 2010, había en nuestra ciudad, aproximadamente, 120 establecimientos dedicados a las actividades relacionadas con la compra y la venta de oro. Hoy, quedan entre 15 o 20. Y, afortunadamente, una de ellas es el nuestro, en Plaza Progreso. Bajo mi punto de vista, como sucede en otros sectores, se ha impuesto la profesionalidad y el compromiso con el cliente. Esas han sido siempre nuestras consignas, y huelga decir que lo continuarán siendo en esta nueva etapa.