Conmemoración de 'Sa Cremadissa'

Palma recuerda a los 37 chuetas que fueron ajusticiados en 1691 por su fe

El acto ha contado con la presencia de Jaime Martínez y Marga Prohens. Foto: Ajuntament de Palma.
El acto ha contado con la presencia de Jaime Martínez y Marga Prohens. Foto: Ajuntament de Palma.

La presidenta del Govern, Marga Prohens, y el alcalde de Palma, Jaime Martínez, han asistido este domingo al acto de homenaje que ha tenido lugar en la Plaça Major de Ciutat en memoria de los 37 chuetas —descendientes de judíos conversos— que fueron ejecutados en la Plaça Gomila en 1691 por sus creencias religiosas. Esta conmemoración, cuya primera edición tuvo lugar en 2018, se desarrolla cada año en la Plaça Gomila, pero en esta ocasión se ha cambiado la ubicación originaria porque dicha plaza se encuentra hoy en obras.

La conmemoración del 334 aniversario del ajusticiamiento conocido como 'Sa Cremadissa' se ha iniciado a las doce del mediodía en la Plaça Major. El acto ha sido organizado por el Ajuntament de Palma, con la colaboración de Memòria del Carrer y de la Comunitat Jueva de les Illes Balears (CJIB).

En primer lugar, ha intervenido el representante de Memòria del Carrer, Antoni Picó, quien ha recordado que en la actual Plaça Major se ubicó durante casi cuatro siglos la sede isleña del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, "desde el siglo XV hasta el año 1820".

A finales del siglo XVII, la Inquisición aún tenía "una fuerza muy poderosa en toda la sociedad". En un contexto cada vez más arraigado entonces de pobreza, persecución y delación, el Santo Oficio decretó en 1691 la ejecución de 37 chuetas o criptojudíos mallorquines, que previamente habían sido juzgados y condenados a muerte a causa de su fe y de sus prácticas judeizantes.

UN DÍA TRÁGICO

Dichas ejecuciones se desarrollaron en tres fechas distintas de 1691, si bien la jornada más trágica tuvo lugar el 6 de mayo de ese año. Esa jornada es conocida, precisamente, como 'Sa Cremadissa', ya que la mayoría de las 37 víctimas fueron quemadas aquel día de mayo, en casi todos los casos tras haber sido ajusticiadas previamente a garrote, si bien hubo tres personas que fueron quemadas vivas, en concreto, el rabino Rafel Valls, Catalina Tarongí y su hermano Rafel Benet.

Esas muertes fueron presenciadas en total por unas 30.000 personas en la actual Plaça Gomila. "Bien lejos de Palma, para que el olor de la carne quemada no llegase hasta aquí y también porque tenían mucha leña cerca", ha denunciado Picó.

Las otras 34 víctimas fueron Pere Onofre Cortès, Miquel Valls, Francisca Cortès, Catalina Pomar, Isabel Cortès, Catalina Bonnín, Mariana Cortès, Teresa Cortès, Isabel Martí, Rafel Josep Cortès, Ana Martí, Rafel Crespí Cortès, Onofre Cortès, Maria Forteza, Isabel Cortès, Isabel Bonnín, Francisca Forteza, Rafel Agustí Pomar, Melcior Josep Forteza, Francisca Cortès, Violant Martí, Miquel Martí, Rafel Ventura Cortès, Isabel Pomar, Isabel Tarongí, Isabel Martí, Juana Cortès, Margarita Tarongí, Beatriz Cortès, Violant Forteza, Isabel Aguiló, Francisca Martí y Magdalena Forteza.

RECUERDO PERSONAL

"Espero que la intolerancia no vuelva a ganar en esta tierra", ha apostillado Picó. A continuación, ha hablado el escritor y periodista Miquel Segura, que también es vicepresidente de la CJIB. Al inicio de su alocución, ha recalcado que este domingo se han recordado "unos hechos terribles que, más de tres siglos después, son aún una mancha y una afrenta sobre el corazón y la conciencia de los buenos mallorquines".

Seguidamente, Segura ha recordado su propia experiencia personal como chueta en la isla que le vio nacer, crecer y hacerse adulto a mediados del pasado siglo, en concreto en el municipio de Sa Pobla. "Hoy me gustaría hablar como escritor y periodista, como autor de más de media docena de libros y multitud de artículos y reportajes sobre la cuestión de los descendientes de los judíos conversos de Mallorca", ha especificado instantes después.

Con los años, el autor del precursor libro Memòria xueta, editado por Bitzoc en 1994, comprendió que "el antichuetismo mallorquín no era sino una pequeña rama del frondoso árbol del antisemitismo que, mucho más atrás en el tiempo, fue antijudaísmo". Para Segura, ese "odio mutante" se instala cada cierto tiempo "en el corazón de las personas, en el centro de las instituciones y en los lugares donde trabajan quienes gobiernan las naciones".

CADENA DE ODIOS

"Hemos sido heridos por una cadena de odios —propios y ajenos— que hizo la vida imposible a nuestros antepasados y que, aun ahora, nos golpea", ha lamentado Segura. Ese odio se ha ido desvaneciendo, "pero no del todo", ha dicho a continuación, en referencia implícita al ataque terrorista de Hamás en suelo israelí el 7 de octubre de 2023, que dejó un saldo mortal de unas 1.200 personas asesinadas, la mayoría civiles.

En la actualidad, el odio nos estaría amenazando nuevamente con fuerzas renovadas. "Lucharé contra este odio mientras tenga vida", ha enfatizado Segura por último, para concluir con estas palabras: "Otra vez volvemos a encontrarnos en el mismo punto. Somos pocos. Más allá de las palabras, puede volver a venir el desierto, las ruinas de aquel templo inmaterial de concordia y entendimiento que quisimos construir, pero que aún permanece enterrado bajo siglos de este odio sin sentido".

Tras Segura, han intervenido el alcalde de Palma, Jaime Martínez, y la presidenta del Govern, Marga Prohens, quienes han coincidido en sus apelaciones a la tolerancia y, además, han tenido emotivas palabras de recuerdo para los chuetas ajusticiados en la isla por la Inquisición. "Hoy volvemos a recordar, un año más, un capítulo oscuro de nuestra historia, un acontecimiento trágico y doloroso, que marcó la sociedad durante los siguientes siglos, y que no podemos ni queremos olvidar", ha afirmado la mandataria balear.

TRES SIGLOS

La primera vez que las mencionadas 37 víctimas fueran honoradas públicamente fue algo más de tres siglos después de 'Sa Cremadissa', en concreto, el 5 de mayo de 2011. Aquel día se celebró en el Consolat de Mar un acto oficial en su recuerdo, que contó con la presencia del entonces presidente del Govern, el socialista Francesc Antich; el rabino Nissan ben Avraham —descendiente de la familia Tarongí— y el también rabino Joseph Wallis —descendiente a su vez de Rafel Valls—, entre otras personas.

Con posterioridad, en septiembre de 2018, se inauguró una placa conmemorativa en la Plaça Gomila con la siguiente inscripción: "A la memoria de los treinta y siete chuetas ejecutados en este lugar en 1691 por razón de sus creencias". A partir de 2018, con la salvedad temporal de la pandemia, se ha ido celebrando cada año un acto conmemorativo de 'Sa Cremadissa', tanto con el anterior equipo de gobierno de Cort como con el actual.

Por lo que respecta al acto concreto celebrado este domingo, entre los asistentes al mismo se encontraban también la regidora de Gent Gran i Interculturalitat, María Luisa Marqués; la directora general de Patrimoni, Pilar Ribal; los diputados autonómicos del PP Sebastià Sagreras y Marga Durán; el editor Basilio Baltasar o la historiadora Laura Miró.

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