La directora del Observatorio de violencia, Ángeles Carmona, ha afirmado que “el piropo, aunque sea bonito, invade la intimidad de la mujer y debe erradicarse”. Me pregunto como es que invade la intimidad y (esto es lo que más me asusta) que hará para erradicarlo.
Lo más increíble es que ella misma afirma que es algo “bonito” lo que resulta una gran contradicción. Y además, sólo se refiere a los piropos que dicen los hombres a las mujeres. Que pasa si un grupo de mujeres (porque normalmente solas no lo hacen) me mira con regusto y al pasar una me dice “Qué guapo que eres, bombón” ¿Debo considerar que invade mi intimidad? ¿Me siento realmente agredido o insultado? ¿O por el contrario mi ego se sube hasta las nubes?
Es verdad que si una mujer está de mal humor le puedan molestar los piropos. También la exasperan si éstos son de mal gusto o soeces, que los hay, pero de allí a considerarlos un ataque a la intimidad hay un largo trecho.
Ángeles Carmona se ha delatado. El feminismo ideológico radical de género intolerante que profesa se ha ensañado con la galantería social que significa el elogio espontáneo de lo femenino por parte de hombres expresivos e ingeniosos. Ha estado tan desacertada como inoportuna. No es digna representante del organismo que preside que, por otra parte, debería suprimirse por innecesario y costoso.
Jorge Skibinsky
Presidente de la Asociación de Padres de Familia Separados de Las Islas Baleares (APFSIB)





