Endesa pone a prueba la seguridad de Cas Tresorer con un simulacro. El ejercicio ha recreado el impacto de un dron con carga incendiaria sobre los depósitos de gasoil, un escenario diseñado para activar todos los mecanismos del Plan de Autoprotección de la instalación.
UN ESCENARIO DE RIESGO EXTREMO
Según la simulación, el impacto afectaba a un depósito que contenía unas 4.000 toneladas de gasoil, el equivalente a cuatro millones de litros, lo que exigía una actuación inmediata para evitar una escalada del incidente. El fuego ha sido detectado por el vigilante de control de accesos, que dio aviso al jefe de turno y puso en marcha la cadena de emergencias prevista.
ACTIVACIÓN CRONOMETRADA DE LOS PROTOCOLOS
El simulacro se ha desarrollado siguiendo una secuencia temporal estricta para evaluar la rapidez y coordinación de los equipos. A los cuatro minutos se activaron las cortinas de protección contra incendios de los depósitos y, a partir del minuto siete, se ordenó la evacuación y se alertó a los servicios de bomberos.
En torno al minuto veinte, los equipos externos especializados llegaron a la central para asumir las labores de extinción. El ejercicio se dio por controlado sobre el minuto cuarenta, tras la refrigeración del depósito afectado, y cinco minutos después se decretó el fin de la emergencia, una vez verificado el estado de las instalaciones.
COORDINACIÓN INTERNA Y APOYO EXTERNO
Durante todo el ejercicio, los equipos internos de Endesa siguieron los procedimientos establecidos para contener el incendio y minimizar riesgos, mientras que los servicios externos de emergencia intervinieron en la fase final. Observadores especializados supervisaron el desarrollo del simulacro para comprobar el cumplimiento de los protocolos y la correcta coordinación entre todos los actores implicados.
SEGURIDAD, PERSONAS Y MEDIO AMBIENTE
Endesa subraya que este tipo de simulacros resultan esenciales para reforzar la seguridad industrial y garantizar una respuesta rápida y eficaz ante cualquier eventualidad real. Estas prácticas permiten mejorar de forma continua los protocolos, incorporar las lecciones aprendidas y adaptarse a nuevos escenarios de riesgo.
El objetivo final, según la compañía, es garantizar la seguridad de las personas, proteger la integridad de las instalaciones y minimizar cualquier impacto ambiental, en línea con su compromiso con la seguridad y la sostenibilidad en todas sus operaciones.







