Ese señor del que usted me habla

Nadie en el PSOE conoce ahora a Santos Cerdán, quien hasta hace dos semanas era el nº2 del PSOE y era venerado por los suyos como “arquitecto del gobierno de Sánchez”. María Jesús Montero daba por sentenciado el asunto cuando le preguntaron por el recién ingresado en prisión diciendo que ese señor ya no es del PSOE, obviando que lo han encerrado por obtener mordidas con contratos del gobierno y por actuar como una organización criminal. Una respuesta tan gloriosa en su desparpajo que merecería grabarse en mármol. Porque, claro, Cerdán era sólo el secretario de Organización, el artífice de pactos, el acompañante inseparable de Pedro Sánchez en mítines, aviones y brindis. Casi un desconocido, vaya.

Lo más divertido —o trágico, según el sentido del humor de cada cual— es que no hablamos de un caso aislado, sino de una auténtica pasarela de escándalos: el exministro Ábalos lamentando ser “el gilipollas de todo esto” tras el festival de contratos con su asesor Koldo, la esposa del presidente, Begoña Gómez, investigada por adjudicaciones sospechosas, y su hermano David colocado en Badajoz con un puesto tan hecho a medida que ni un sastre milanés.

Mientras tanto, Pedro Sánchez sigue impertérrito, repitiendo eso de “la justicia tiene que hacer su trabajo”, posando con rostro grave (counturing incluido) y confiando en que la caprichosa aritmética del Congreso siga sosteniéndole. El PSOE, por su parte, se dedica a fingir un Alzheimer colectivo: nadie conocía tanto a Cerdán o Ábalos como para inquietarse ahora. El partido que irrumpió en la Moncloa tras una moción de censura con la regeneración por bandera se aferra al poder con la misma naturalidad con que olvida a sus amigos cuando los detienen.

Todo esto sucede sin que pase gran cosa. Aunque la fashionaria Yolanda Díaz se muestra deeply concerned, la realidad es que está dispuesta a tragar con toda la corrupción de su socio con tal de seguir optando a ser portada de la revista Vogue. Los socios nacionalistas no tienen interés en mover el sillón donde Sánchez se sienta tan cómodo y en el que le exprimen a su antojo y el PP brama maniatado porque no tiene apoyos para una moción de censura. Así que la tragicomedia continúa, con su cuota diaria de indignación, chistes y sonrojo. En fin, España. Cerdán inició el viaje con Sánchez en un Peugeot y lo ha terminado en un furgón de la Guardia Civil en Soto del Real, veremos si el nº1 corre la misma suerte.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.
Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias