España me duele

Una vez acudo a uno de los más grandes para introducir lo que a continuación relato, don Miguel de Unamuno. Esta frase la escribió por carta a un amigo que vivía en Argentina una vez cesado de vicerrector de la Universidad de Salamanca y desterrado a Canarias por el dictador General Primo de Rivera. Asimismo sale citada en su magnífica novela Niebla siendo considerado, por muchos, el más brillante autor de la generación del 98.

Francamente, a mi España también me duele y no es fruto de la casualidad sino fruto de una reflexión larga y sosegada, no hay improvisación si no lectura atenta de la realidad y de las noticias desgraciadas que un día sí y otro también atentan contra el estado  social y democrático de derecho (vid. Art 1 CE).

Los que dirigen el país y los que hacen oposición no han aprendido nada de lo que pasó hace casi cien años, en la Segunda República, y hacen lo indecible para dividirnos y enfrentarnos a los ciudadanos, es cierto que todo somos hijos de nuestro padre y nuestra madre y tenemos libertad de pensamiento los que somos capaces de ello, pero también para unos más y otros menos somos españoles; no es aceptable que se retuerza hasta la invención la historia, para afirmar que España es una entelequia.

Admiro a los franceses por su patriotismo; solo dos ejemplos, cuando tuvieron que desalojar el estadio de San Denis por una amenaza de bomba, salieron ordenadamente y cantando la Marsellesa; cuando se estrelló un avión de eurowings en los  Alpes franceses acudieron el Presidente de la Republica y la Primer Ministro alemana, el alcalde del pueblecito lucía con orgullo una banda con la bandera francesa. En España si un alcalde su hubiese puesto una banda similar sería insultado y llamado facha. Si una frase nos define es la que expresó don Antonio Cánovas del Castillo que al preguntarle que debía decir el artículo primero de la Constitución de 1876 dijo eso de son españoles los que no pueden ser otra cosa, me temo que sigue vigente.

Me duele España por la vulgaridad y mediocridad de nuestra clase política; gente que ha estado más de diez años en la Universidad y no han sido capaces de pasar de primero, como Iceta que fue ministro; otro con igual curriculum es Patxi López que un día lleva el féretro de un compañero de partido y al poco tiempo se reúne y pide el apoyo a Bildu y especialmente al matón Otegui. ¿Dónde están los principios? Tantas veces les he citado a Platón   que defendía el gobierno de los mejores, hace miles de años ya se sabía quien debía gobernar y nosotros elegimos esta tropa. Estamos gobernados por la mediocridad y la falta de escrúpulos. En la vida no todo vale y en la política aún menos pues manejas el dinero y los intereses de los ciudadanos, no tu dinero de bolsillo. ¿hasta donde alcanza la dignidad de un hombre para mantener la presidencia del gobierno?.

Me duele España porque hemos formado una juventud como nunca la habíamos tenido antes de formada y válida y en cambio carecen de posibilidades profesionales o de vivienda; no tenemos derecho a quejarnos de que nuestros jóvenes carezcan de ilusión y motivación con las nulas  oportunidades que les damos. Yo, si tuviera la edad de mis hijos, me plantearía muy seriamente vivir el sueño americano, en cualquier lugar del mundo donde se me respetase y tuviera un trabajo, un trato y una vivienda, dignos todos ellos, no lo que les estamos ofreciendo aquí, que modestamente considero dramático, nos es posible que hayamos hecho las cosas tan mal como para merecernos lo que tenemos.

Me duele España porque nuestros mayores, nuestros ancianos, después de haber trabajado toda la vida, haber prosperado, comprado un piso con su esfuerzo, darnos estudios, formación, trabajo y haber cotizado a la Seguridad Social tienen una pensión ínfima, iba a decir de mierda pero no lo digo, que no les permite prácticamente sobrevivir y encima tienen que ayudar económicamente a hijos y nietos, mientras el Gobierno de la Nación cada martes reparte dinero a países del extranjero en ayudas cuando somos nosotros los que aportamos ese dinero y apenas podemos vivir. Las ayudas que cada martes da el premier Sánchez son absolutamente inmorales e indecentes.

Me duele España, porque lo que veo en los informativos y leo en los periódicos me obligan a hacer un esfuerzo intelectual mayúsculo para seguir creyendo en la presunción de inocencia. Me cuesta creer que Ábalos, Koldo, Cerdán, Aldama, la fontanera, el hermano del Presidente, el candidato a la Junta de Extremadura por el PSOE, el que era Presidente de la Diputación de Almería y dos alcaldes más de la provincia, el ministro canario, Antonio Hernando, Begoña Gómez, el Fiscal General caído, algunos ministros como el de  Fomento, y que el Presidente del Gobierno no supiese nada y que por lo tanto le ampara la presunción de inocencia. Entenderán que el esfuerzo es importante para seguir creyendo en su inocencia. Y ojo con la Presidente del Congreso de los Diputados. Cuando el río suena agua lleva, también me esfuerzo que en su quehacer diario le ampara la presunción de inocencia.

Y me duele España porque una persona que intenta arrancar un proyecto empresarial, autónomo o societario, es un héroe. Las dificultades y costes que le impone la administración son tantos que o se es un inconsciente o un héroe y así les aseguro que no saldremos adelante, los ricos serán más ricos y los demás más pobres.

Pero saben, la conclusión a la que llego después de todo este mamporrerismo y movimiento de dinero, la conclusión a la que llego es que cada día quiero más a España y cada día estoy más dispuesto a hacer lo que haga falta, desde el puesto que me corresponda, para que se mantenga el Régimen del 78 que esencialmente nos dieron don Juan Carlos I, al que la ignorancia considera apestado, y don Adolfo Suárez, un señor de un pueblo de provincias que tuvo talla de presidente no como el de ahora que su talla no alcanza la de la presidencia de una comunidad de vecinos.