Partiendo de la base que los estafadores tienen la culpa de sus actos, también es cierto que en muchas ocasiones el ambiente o caldo de cultivo es propicio para estos delincuentes.
Lo que ha pasado en Mallorca esta semana con la estafa millonaria de venta de chalets inexistentes, dejando sin ahorros y con deudas a decenas de personas, merece alguna reflexión más profunda que los titulares de los periódicos.
Con un panorama del mercado de la vivienda nefasto para la gente joven y las clases medias, no es de extrañar que cuando sale alguna “ganga” mucha gente se atreva a arriesgar, la pregunta es ¿porqué se llega a estos límites” ¿porqué no pasa a ser una prioridad para los políticos intentar paliar esta situación, si tienen palancas para ello?
Liberalizar suelo público, cambiar normas para poder edificar más alturas, viviendas de “protección oficial” pudieran ser parte de la solución. Lo que no puede ser, es ver como vuelve otra vez la burbuja inmobiliaria y además en este caso sólo favorece a clases altas y extranjeros, mientras nuestros jóvenes se ven abocados a estar fuera del sistema inmobiliario y además pagar unos alquileres totalmente inflados por temas que también tienen solución como es el alquiler turístico.
Para muchas de estas soluciones no hace falta el ansiado REB (Régimen Especial de Baleares) que parece ser el maná que va a solucionar todo en estas Isla. Se trata, primero de tener conocimiento del tema y sensibilidad, segundo, una buena planificación teniendo en cuenta la realidad demográfica, tercero ejecutar los planes sin miedo a perder unas elecciones, quizás esto último sea lo más difícil.
Cómo se le puede pedir a nuestros hijos que formen una familia con descendencia para paliar el déficit de nacimientos, sino tienen acceso a un hogar digno y cuando ven una luz, resulta que es una estafa de unos hijos de su madre.
Pero para eso están las cortinas de humo, algunas en amarillo para que no pensemos en lo importante, que el árbol nos impida ver el bosque y siga el abono para especuladores y estafadores. Mi apoyo más incondicional a los que lo han perdido todo, sus ahorros, incluso muchos de ellos tendrán que seguir pagando créditos, que pidieron para dar las entradas de esas casas inexistentes, mientras una pandilla de vividores se reían de ellos. Algunos ya están en la cárcel y los fugados tienen su celda preparada, espero que lleguen a la hora de la cena, porque la comida de la cárcel va a ser su próximo menú en mucho tiempo, espero.





