La Jefatura Superior de Baleares hizo el 12 de octubre un llamamiento público para tratar de localizar al propietario de un anillo que llevaba inscrita la fecha 1-9-28 y las iniciales M.N. y A.F., pero nadie aportó información significativa, y los agentes optaron por recurrir al archivo matrimonial del Obispado de Mallorca.
Allí, según han relatado a EFE fuentes policiales, encontraron el registro de un enlace celebrado en esa fecha en la iglesia de Montuïri cuyos contrayentes tenían iniciales idénticas a las grabadas en el anillo.
A través del registro civil del municipio dieron con descendientes de este matrimonio y llegaron finalmente a una nieta que había sido víctima de un robo de joyas por parte de un grupo criminal integrado por ciudadanos macedonios que fue desarticulado a finales del pasado verano.
De todas las piezas de valor requisadas a esta banda de ladrones, que había perpetrado medio centenar de robos con fuerza, solo faltaba por devolver este anillo de oro, del que los investigadores pensaban que tenía especial valor sentimental por su antigüedad.
Su dueña, a la que se habían devuelto otras joyas, no recordaba tener en posesión la alianza de su abuelo, porque pasó a formar parte de su joyero cuando éste murió durante la década de los 60.
Finalmente la Policía ha hecho entrega del anillo a la nieta y ha cerrado el caso.
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