El fotógrafo mallorquín Nando Esteva volvió a subir anoche al podio de la fotografía profesional española. En el Disseny Hub de Barcelona ha recibido un nuevo Oro en los Premios LUX, alcanzando así la cifra de 21 galardones desde que en 2009 conquistara el primero. Un hito que lo consolida como una de las voces visuales más singulares y premiadas del país.
La obra que le ha valido este nuevo reconocimiento es “Un lugar donde crecer”, una serie presentada en la categoría de Bodegón que desborda cualquier definición clásica. Lejos de la naturaleza muerta convencional, Esteva propone un diálogo entre el clasicismo y una estética contemporánea en la que frutos y vegetales, aparentemente en decadencia, emergen como símbolos de vida y resistencia.
Cada imagen funciona como un pequeño escenario artesanal: intervenciones minuciosas sobre los elementos, microescenografías poéticas y una iluminación tenebrista que acentúa texturas y volúmenes, dotando a la composición de una atmósfera casi escultórica. El resultado es un bodegón que respira, que se tensa, que parece evolucionar ante la mirada del espectador.
El propio Esteva ha explicado esa intención. “Quería buscar el equilibrio entre la quietud del bodegón clásico y la tensión del contraste entre la vida que brota y la materia que se agota. ‘Un lugar donde crecer’ no documenta objetos; los transforma en símbolos de resiliencia.”
El secretario autonómico de Cultura y Deportes del Govern balear, Pedro Vidal, ha sido el encargado de entregar el premio, en una gala en la que el fotógrafo ha agradecido al jurado, a la organización y a todas las personas que han acompañado su trayectoria. Tras más de dos décadas de producción, sus obras mantienen intacta la capacidad de sorprender y de llenar de sentido lo que, a simple vista, podría parecer cotidiano.







