El domingo 14 de septiembre de 2003, tres días después de perder ante el Badalona (2-0) en el partido del Centenario del club catalán, los barralets rindieron visita al Athletic Club en San Mamés.
Los locales, dirigidos por el exmallorquinista Ernesto Valverde, afrontaron el envite con cero puntos en su casillero. Pese a ello, dieron un auténtico repaso a los isleños, aquella aciaga tarde vestidos completamente de blancos. Una superioridad que plasmaron en el marcador durante el tramo final del primer acto merced a un doblete de Isma Urzaiz. El navarro, suplente en las anteriores citas, remató con la testa sendos servicios de Javi González y Tiko. Antes, los isleños desperdiciaron tres claras ocasiones para cobrar ventaja. En la primera, Aranzubia impidió el tanto de Eto'o. Luego, la madera rechazó un disparo del africano y más tarde, el meta local desvió un tiro de Bruggink.
En la segunda mitad, 'Los Leones' -entre los que estaba otro exbarralet, Santi Ezquerro- aumentaron su renta con otro doblete, en esta ocasión firmado por Etxeberría. El internacional anotó el tercero de su equipo y primero de su cuenta en el minuto 74 y cerró la goleada transformando una pena máxima en los últimos compases batiendo a... Eto'o. Y es que el camerunés, debido a que Pachecho ya había agotado los tres cambios, decidió situarse como meta tras la expulsión de Leo Franco en la acción del penalti. Una situación sin duda curiosa aunque no pionera.
Antes, y por circunstancias similares, ya tuvieron que enfundarse los guantes jugadores como Josep Maria Sala (frente al Albacete en la temporada 91/92), Pablo Maqueda (en Eibar en la 95/96), Lluís Carreras (en el curso 96/97 ante el Atlético de Madrid B) o Guillamón, este último durante más de una hora en Mestalla tras la expulsión de Zamora. Era la campaña 1960/61.
Para los curiosos comentar que aquella noche, Julen Guerrero se quedó fuera de la convocatoria por decisión técnica por primera vez tras doce temporadas en el primer equipo. En otro sentido, Jaime Pacheco explicó tras el choque que "quién no haya visto el partido puede pensar que hubo una gran superioridad del Athletic y no fue así. Fue cuestión de marcar goles o no".
