Existen dos tipos de farmacias, las que venden los medicamentos fabricados por laboratorios, y nuestra farmacia interior, que es una especie depósito donde se almacenan las hormonas y neurotransmisores de la felicidad, que fabrica nuestro organismo de manera inconsciente. Es curioso que una de las actividades más efectivas para surtir nuestra farmacia, sea la más sencilla, reír.
A nivel físico la risa nos aporta endorfinas, las hormonas del bienestar, y su efecto dura hasta 45 minutos después de reinos. La risa es analgésica, oxigena la sangre, disminuye la presión sanguínea y el estrés, desbloquea el productor de dopamina, la hormona de la confianza, y bloquea el productor de cortisol, que es la del miedo.
Una persona con sentido del humor vive una media de diez años más, que cualquier persona enfocada en refunfuñar y verle la parte negativa a la vida. Al reír incrementamos un 25% la memoria y la creatividad. Un ejemplo práctico, si una hora antes de un examen, hablamos con una persona tóxica, que no hace más que contarnos sus problemas, nos reduce un 33% la memoria.
Nunca la sociedad había necesitado tanto la risa, como bien decía Mahatma Gandhi: Si alguna vez no te dan una sonrisa esperada, sé generoso y da la tuya, porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como aquel que no sabe sonreír.
Por tanto, ¿qué os parece si hacemos el humor?