Joan Flaquer ha sido absuelto por la causa de la subvención para la rehabilitación del castillo de Sant Elm, en Andratx. El auto del Tribunal Superior de Justicia es contundente a favor de Flaquer y, por el contrario, puede interpretarse como un duro varapalo al juez que instruyó la causa y a los fiscales anticorrupción, cuyo celo con todos los asuntos que afectan a ex miembros del Govern Matas va más allá de lo razonable. No hay que olvidar tampoco que el juez instructor es el hermano de la directora general de Comunicación de Antich. Una simple casualidad, pero sorprendente. Flaquer ha salido airoso de esta imputación y, a la vista de la doctrina del Tribunal Superior, es posible que le pase lo mismo con las otras dos causas pendientes. La situación ahora es la siguiente. Flaquer ha sido poco menos que tachado de delincuente por pagar 15.000 euros a un ayuntamiento de forma legal, pero la cuestión ahora es saber cómo se restituye su honor. Estas cosas me imagino que no las tienen previstas ni los jueces de instrucción ni los fiscales anticorrupción, pero me imagino que es de gran importancia para los afectados por decisiones judiciales injustas y también para sus familias.





