A estas alturas de la película y aún hacen falta. Sí, son muy necesarias estas organizaciones para explicar que el maltrato animal es de salvajes.
Si lo piensas rápido crees que debería tenerlo claro todo el mundo. Mirar y aplaudir cómo animales indefensos son maltratados es de bárbaros. De otro siglo. Tiene razón Guillermo Amengual de “Mallorca sense sang”. Además ha de justificarse, sólo son personas que claman contra un crimen. Frente a ellos un puñado de individuos que disfrutan masacrando a seres vivos. Vendiendo esto como un acto cultural, defendiéndolo como tradición, siempre se hizo. No hay excusa más endeble ni más ridícula. Las tradiciones se pueden cambiar, otras deben ser arrancadas de cuajo. Una persona decente no debería agarrarse a estas costumbres. También se traficaba con esclavos, era costumbre y nadie parece estar de acuerdo con ello. O sí.
Se sigue esclavizando a seres humanos en muchos rincones del mundo. Se trafica con niños. Se mata por el color de la piel. En cierto modo se sigue practicando el derecho de pernada sin piedad. Millones de seres humanos mueren de hambre, de enfermedades o asesinados por su religión o por la mala suerte de haber nacido pobre.
Sólo en países subdesarrollados. O no.
Mientras les roban sus ahorros, les echan de sus casas y ellos, los ejecutivos, banqueros y políticos son exculpados. Esto también suena a siglos muy pasados.
No hay derecho a la educación pública ni a la sanidad universal. Los ricos pisan a los pobres, les saquean hasta la sangre.
Y la ridícula y trasnochada ministra de la virgen del Rocío celebra los tres euros que sube el salario mínimo. Olé, menudas navidades de abundancia. Seguimos teniendo miedo señor ministro. Claro que sí, y Uds. también deberían empezar a tenerlo.
Así que ya lo ven Queridos Reyes Magos … no parece que hayan pasado los siglos, verdad? No me extraña que les resulte tan cotidiano pasarse por aquí cada enero.





