Experiencia e incertidumbre han marcado durante décadas la planificación y gestión de los destinos turísticos, tiempo en el que se han encontrado oportunidades de desarrollo y crecimiento, se han salvado crisis complejas, y se ha competido en un entorno altamente competitivo y cambiante. La experiencia sigue siendo un pilar fundamental para las decisiones estratégicas, pero los destinos pueden manejar de forma más eficaz la incertidumbre, gracias a la inteligencia artificial (IA) y a la IA generativa.
Junto a la inteligencia de datos, ambas herramientas han supuesto una revolución para hacer que la gestión turística sea verdaderamente inteligente y efectiva. Y una buena noticia más: sus beneficios y utilidades no están limitados al tamaño o capacidad de los destinos porque, gracias al desarrollo tecnológico, son ahora más accesibles y fáciles de implementar y usar.
El uso extendido de inteligencia de datos en las operaciones y la planificación turística para tomar decisiones informadas y ágiles, tal y como la conocemos hoy, es el resultado de las aplicaciones de la IA tradicional para analizar grandes volúmenes de datos, descubrir patrones y anticipar tendencias. La intervención humana era, no obstante, muy necesaria, ya sea para interpretar los resultados, como para convertir los datos en acciones. La interacción y el análisis dan un salto cualitativo con la IA generativa, que es capaz de conversar, responder, sintetizar y recomendar en tiempo real, eliminando barreras técnicas y operativas para todo tipo de actores en el ecosistema turístico.
Democratización de la inteligencia turística
Uno de los mayores desafíos de los destinos más pequeños o con menos recursos ha sido históricamente su limitada capacidad para acceder y analizar información y convertirla en conocimiento accionable y medible. La IA generativa permite superar los obstáculos relacionados con los costes, las infraestructuras tecnológicas o las capacidades técnicas, y diseñar herramientas y aplicaciones con un foco específico en el turismo.
Esto no es una promesa teórica, y esto lo sabemos en Mabrian. Ya existen aplicaciones capaces de ayudar en la toma de decisiones de los destinos turísticos en entornos conversacionales, y pertinentes desde el punto de vista del conocimiento y los datos. Un ejemplo es AILA (Artificial Intelligence Live Assistant), pensada precisamente para reducir la brecha digital a la que se enfrentan muchos destinos, especialmente los más pequeños, y como una herramienta intuitiva que puede usar cualquier gestor turístico.
Y, para que herramientas avanzadas de IA generativa sirvan a la industria turística, es fundamental que cuenten con datos relevantes y precisos. Aquí es donde entra en juego la inteligencia de datos sectorial, la integración, la gobernanza y la explotación de grandes volúmenes de información turística, con un modelo estructurado, normalizado y actualizado de forma frecuente. Proyectos como la Plataforma Inteligente de Destinos (PID) en España ejemplifican esta visión, la de cómo un país puede liderar la transformación del turismo conectando a soluciones avanzadas de inteligencia de datos a más de 500 destinos y 25.000 pymes a través de un ecosistema digital común.
Cuando decimos que la inteligencia de datos, la IA y la IA generativa solucionan problemas y son capaces de encontrar oportunidades, independientemente del tamaño del destino, es porque hemos visto cómo han contribuido a transformar la realidad de destinos muy diversos, en aspectos críticos y en escenarios también muy diferentes, desde la lucha contra la oferta de alojamiento ilegal en Ibiza, al desarrollo de estrategias de desestacionalización extendiendo rutas aéreas clave en Menorca, hasta reposicionar la oferta de valor y abrir mercados alternativos para Lloret de Mar, o estudiar el alcance de políticas de sostenibilidad para Benidorm, entre muchos otras historia de éxito.
Lo importante de estos casos de éxito es la capacidad de ser replicados y adaptados a las casuísticas de diversos territorios. Cualquier destino puede aplicar soluciones similares si cuenta con acceso a ecosistemas de inteligencia confiables, seguros y bien gobernados. La tecnología existe: solo son necesarios liderazgo y visión.
Liderazgo y visión en la era de la inteligencia de datos
En Mabrian, creemos que es vital para los organismos y oficinas de gestión turística dejar atrás modelos basados en la intuición, y apostar por el conocimiento contrastado, con un modelo de gobernanza de datos claro, ético, relevante y participativo.
En este nuevo paradigma, las oficinas de representación de destinos asumirán un nuevo rol como hubs de conocimiento, facilitando el acceso a información estratégica para todo el ecosistema local: empresas, asociaciones, universidades y ciudadanía; y la IA generativa contribuirá a mejorar la eficiencia operativa, a acercar la información a la toma de decisiones, y a construir una visión compartida de destinos entre todos los grupos de interés.
La IA generativa, apoyada en ecosistemas sólidos de datos, no es una herramienta solo para grandes capitales turísticas o países. Su valor reside precisamente en que es escalable, adaptable y personalizable. Ya no importa si un destino gestiona millones de visitantes o unas pocas decenas de miles; lo que importa es su capacidad para entender, anticipar y actuar, con el objetivo de potenciar el desarrollo sostenible de su modelo turístico a largo plazo…
Esta revolución tecnológica nos ofrece una oportunidad histórica para repensar el turismo, para hacerlo más sostenible, más eficiente y, sobre todo, capaz de generar beneficios a las comunidades de residentes de los destinos. Porque cuando los datos se convierten en decisiones, y las decisiones en acciones bien informadas, todos los destinos tendrán la carta ganadora.
Carlos Cendra, Socio y Director de Marketing y Comunicación de Mabrian