La inspección, realizada por el Servicio de Control y Calidad Agroalimentaria, constató que algunos productos superaban la temperatura reglamentaria, mientras que otras partidas carecían de etiquetado adecuado, número de lote o incumplían los requisitos básicos de trazabilidad y seguridad alimentaria.
El director general de Calidad Agroalimentaria y Producto Local, Joan Llabrés, explicó que esta actuación forma parte de los controles rutinarios que lleva a cabo el Govern para garantizar el cumplimiento de la normativa, especialmente en lo relativo a productos alimentarios importados desde la Península o del ámbito internacional.
COMPETENCIA DESLEAL
"Este tipo de infracciones suponen un perjuicio para el consumidor y una competencia desleal hacia los operadores agroalimentarios locales", ha declarado Llabrés.
Asimismo, subrayó que una de las principales demandas del sector primario balear es precisamente el refuerzo de estos controles sobre productos foráneos, con el objetivo de evitar prácticas irregulares y asegurar condiciones justas de comercialización. "Seguiremos realizando campañas de vigilancia para garantizar el cumplimiento de las normas, ya que es la mejor forma de defender los intereses legítimos del sector y de los consumidores", ha añadido.
MULTAS DE 15.000 EUROS
Desde la conselleria se recuerda que el incumplimiento de la normativa vigente puede conllevar sanciones administrativas. En el caso de infracciones graves, las multas pueden oscilar entre 3.000 y 15.000 euros, o alcanzar hasta cinco veces el valor del producto intervenido.