La barba de un hombre guarda más gérmenes de los que pueda tener la piel de un perro. Así lo acredita un estudio de la Clínica Hirslanden, en Suiza.
El objetivo era descubrir si existía el riesgo de que los seres humanos pudieran contraer alguna enfermedad de los perros si ambos se sometían al mismo escáner de resonancia magnética y de la investigación se concluyó que los hombres (de 17 a 76 años) tenían una alta cantidad microbiana; y siete de ellos tenían bacterias peligrosas para la salud del ser humano. Por su parte, 23 de los perros tenían una alta cantidad microbiana y todos los demás estaban en un grado moderado.