La Burocracia en un primer momento fue diseñada para lograr la máxima eficiencia de las administraciones publicas y ahora es comúnmente conocida como la Burrocracia. Hay motivos de sobra para los tramites administrativos tengan semejante apodo.
Aventurarse a solicitar cualquier tipo de permiso o tramitar una licencia, se ha convertido en una auténtica carrera de obstáculos y conseguirlo, un ejercicio de paciencia que le puede llevar años. Previo a la pandemia teníamos asumido que cuando acudías a la administración para cualquier trámite, le faltaría algún papel, formaba parte de la tramitación.
Para cursar una solicitud, no sólo tiene usted que saber interpretar la verborrea administrativa para comprender que es exactamente lo que debe presentar, sino que después tiene que acertar con los documentos. Todo eso ya era así, pero para acabar de complicarlo llegó la pandemia y convirtió los tramites en horas delante del ordenador, en comprimir documentos para poder adjuntarlos y en intentar entender porqué aprovecha la administración que el Pisuerga pasa por Valladolid para pedirle cosas tan absurdas como fotos actualizadas de la fachada o del interior de su local para unas ayudas de importe fijo que no son proporcionales ni al tamaño de su establecimiento ni a la estética, sólo más Burrocracia.
Hemos ganado que las semanas de espera para que le dieran cita se hayan reducido a cero ya que ahora ni le atienden, ahora todo es telemático, usted en soledad con su ordenador. La fotocopia que siempre le faltaba y que nunca le quisieron hacer, la tendrá que detectar usted mismo antes de cursar la petición, de lo contrario petición rechazada. En este momento no hay horario, tampoco tiene la suerte de coincidir con el momento en que el funcionario ha salido a tomar café, ahora puede presentarlo las 24 horas del día, siempre y cuando el sistema no haya caído o se haya visto hackeado, ósea a las cuatro de la mañana, casi como planchar sin arruinarse.
Si alguno de ustedes se molesta en leer las veinticuatro paginas del BOIB número 70 de 29 de mayo de 2021 donde se dan las pautas a seguir para solicitar las ansiadas ayudas a autónomos y pequeñas empresas afectadas por los efectos devastadores del COVID, y donde dicho sea de paso se ha “colado” repartir esos mismos fondos entre las empresas afectadas por la quiebra de Thomas Cook en septiembre de 2019 y grandes inversiones hoteleras de cuando el virus aun ni circulaba, se dará cuenta que conseguir presentar la solicitud será un reto en si mismo, hacerlo bien, un triunfo y conseguir algo de ayuda su mejor hazaña.
Se va a encontrar con párrafos como “En aplicación de aquello que prevé el articulo 1.3 del Real Decreto ley 5/2021” qué por supuesto usted conoce de cabo a rabo, o como “Se entenderá que los beneficiarios de las ayudas cumplen este requisito si el código CNAE en el cual están dados de alta hasta le fecha mencionada es alguno de los códigos que figuran el Anexo I de esta Orden”.
Ármese de paciencia, un par de pantallas de ordenador, cargador, mucho tiempo y suerte, la va a necesitar. Si una vez leído y releído le parece que puede ser una lotería y su cuenta bancaria no está para ruletas rusas, no se preocupe, siempre están los oportunistas que le cobrarán cuatrocientos euros además de una suculenta comisión de la ayuda obtenida por conseguirle cuatro perras que le dejaran en la misma ruina.
Simplificar los tramites sigue siendo la asignatura pendiente de TODAS las administraciones y ya va siendo hora que lo publico esté para ayudar y no para convertir un simple tramite en una pesadilla.