La Fundación la Caixa destinará cerca de 6 millones de euros a impulsar 64 proyectos sociales en zonas rurales de toda España. La convocatoria, bajo el título Acción Social en el Ámbito Rural, busca reforzar el arraigo de la población en municipios pequeños, combatir la exclusión y mejorar el acceso a servicios básicos en entornos donde las oportunidades escasean.
Entre las 328 propuestas presentadas, solo una ha sido seleccionada en Baleares: un proyecto en el municipio de Pollença centrado en la dinamización comunitaria. Según ha detallado la entidad, la iniciativa tiene como objetivo fortalecer el tejido social local a través de la participación ciudadana, la creación de espacios de encuentro y la promoción de la identidad territorial.
El anuncio tuvo lugar este lunes en CaixaForum Madrid, en un acto con la participación del secretario general para el Reto Demográfico, Francesc Boya, y el subdirector general de la Fundación, Marc Simón. Ambos coincidieron en la necesidad de generar “un nuevo marco” que permita fijar población, reducir la brecha urbano-rural y garantizar los mismos derechos sin importar el lugar de residencia.
PROYECTOS CON IMPACTO TERRITORIAL
Los 64 proyectos seleccionados se desplegarán durante los próximos tres años en 765 municipios de todo el país y beneficiarán a más de 70.000 personas. Se centran en cinco grandes áreas de actuación: empleo y emprendimiento local, salud y cuidados, integración de nuevos pobladores, aprovechamiento de recursos naturales y cohesión comunitaria.
También se ha puesto el foco en colectivos vulnerables, como mujeres, jóvenes, personas mayores, migrantes, personas con discapacidad y población en riesgo de exclusión. La convocatoria fomenta la colaboración entre entidades sociales y administraciones locales, y promueve que las iniciativas tengan vocación de permanencia y un efecto transformador en el territorio.
UNA APUESTA POR EL MEDIO RURAL
El proyecto de Pollença se integra en la línea de dinamización comunitaria, una de las más valoradas por su capacidad para generar vínculos estables y fortalecer la vida social del territorio. Se trata, además, de una zona funcional media, según la clasificación del Ministerio, con entre 10.000 y 25.000 habitantes, donde la amenaza del despoblamiento no es inminente, pero sí creciente.