La modernidad de los catedráticos
viernes 17 de marzo de 2023, 08:10h
En la escucha de esta palabra ruesan los ecos de un pasado funesto al que muchos docentes no quieren volver. La imagen que tienen de estos profesores los que se dedican a la docencia no es muy buena. La estructura totalmente piramidal en los centros educativos, colocaba a estos profesores en la cúspide del triangulo. Esto es, pocas horas de docencia directa, ostentación de los cargos de jefe de departamento y pocas horas de permanencia en el centro educativo. Con lo que la implicación de estos docentes con los alumnos y, por ende, con el centro educativo, era más bien mínima.
Desde hace unos años, en Baleares, no se han convocado plazas de catedrático. De hecho, ahora en nuestra comunidad autònoma tan solo hay cuatro catedráticos en servicio activo de los doscientos treinta y dos que hubo en su momento.
Estos días, leía una información que nacía de un sindicato de la enseñanza pública y que demanda reactivar este cuerpo de profesores. Yo siempre he pensado que este cuerpo de profesores debe existir en la educación secundaria. Y después de hacer una lectura en profundidad, aún lo creo más.
Si hablamos de calidad educativa, dotando al sistema de este cuerpo de profesores, contribuimos a aumentarla. Eso sí, tenemos que redefinir las competencias y las funciones de este cuerpo. Es lo que a mi me gusta denominar con el concepto de “modernidad”.
No podemos quedarnos enquilosados en el modelo anterior. Tenemos que avanzar para que el sistema mejore y mejoren los resultados académicos de la escuela pública. Tenemos que convertir a los catedráticos en los dinamizadores del conocimiento, la innovación, la publicación y la investigación en los institutos. Porque la investigación no tan solo tiene que quedar relegada en manos de la universidad. En la red de educación secundaria hay muchas cuestiones pedagógicas y metodológicas que investigar. Además de contribuir al liderazgo distribuido
Y ahora que estamos metidos de lleno en el diseño de la nueva carrera profesional de los docentes quizás sea un buen momento para añadir este asunto.
En setenta y pocos días tendremos elecciones. Es un buen momento para que el nuevo conseller tome nota y ponga negro sobre blanco en una medida que mejoraría mucho el sistema educativo. Y es que, llámenme nostálgico o sonador. Pero creo firmemente que otra educación es posible.