Cuando se habla de la plataforma líder en alquileres turísticos es inevitable pensar en Airbnb, un portal que en el año 2015 escogieron 5 millones de personas para buscar alojamiento. Sin embargo, esta empresa tributa en Irlanda y sólo declara en España las actividades que tienen que ver con la promoción y el marketing.
Según publica ABC, el impacto económico que generó Airbnb sólo en Barcelona en 2015 fue de 750 millones de euros. Pero parece que no todo es oro lo que reluce, especialmente hablando de impuestos.
En sus cuentas de 2015 registró unos ingresos de 2.621.196 euros, 140.000 euros menos que en 2014, a pesar de que el turismo en España no ha parado de crecer. Además esto supone la primera vez que la filial en España reduce sus ingresos desde que se constituyó en sociedad.
Tal y como se afirma en ABC, Airbnb llegó a España para quedarse pero no los ingresos que genera por su actividad, ya que van a parar a Irlanda. Es decir, consolida cuentan en el país dónde tiene la empresa matríz y no aporta datos por territorios, ya que, según la legislación, al no ser una compañía cotizada, no está obligada a mostrar sus cifras.
