El vicepresidente del Govern, Antoni Costa, planteó este viernes desde la sala de prensa del Consolat de Mar, que el gestor aeroportuario AENA ponga tope a los vuelos hacia las Islas Baleares en temporada alta para evitar que lleguen más turistas. Con este posicionamiento, el Ejecutivo de Marga Prohens trata de poner la patata caliente del debate sobre la saturación turística en el tejado del Gobierno de Pedro Sánchez, incurriendo en el indeseable politiqueo en una cuestión vital para la economía de Baleares.
Al señalar al Ejecutivo central y a AENA como los principales responsables del flujo turístico hacia Baleares, el Govern intenta contraatacar al PSOE y Sumar para trasladarles su cuota de responsabilidad frente al problema.
El debate sobre la saturación que ahora provoca malestar entre la población residente, que deriva en movilizaciones, obedece a múltiples causas. Una oferta ilegal desbocada, principalmente en el alquiler vacacional, y unas infraestructuras obsoletas que hay que modernizar, son el principal reto que debe afrontar la sociedad balear y la industria turística.
Una oferta ilegal desbocada, principalmente en el alquiler vacacional, y unas infraestructuras obsoletas que hay que modernizar, son el principal reto que debe afrontar la sociedad balear y la industria turística.
Sin embargo, plantear a la ligera y sin el necesario rigor, determinadas restricciones en la llegada de aviones, envía un mensaje negativo a los mercados emisores, lo que puede afectar a la imagen de las Islas Baleares como destino turístico. No es prudente que el Govern alimente incertidumbre entre operadores y visitantes.
La sostenibilidad del turismo en las Islas Baleares no se logrará con medidas unilaterales o culpando a otras administraciones. Es necesario un enfoque integral que incluya la regulación del alojamiento turístico, la mejora de infraestructuras, la diversificación de la oferta y la participación activa de todos los sectores implicados.
En eso parecía centrado el Govern cuando en mayo de 2024 constituyó la Mesa del Pacto Social y Político por la Sostenibilidad Económica, Social y Ambiental de les Illes Balears. Pero presionado por la oposición de izquierdas, el Ejecutivo del PP se desvía de su propia hoja de ruta y entra en el terreno del politiqueo que nada resuelve.
El Govern debe liderar con responsabilidad y coherencia la política turística en Balears, estableciendo un rumbo claro y sostenible que garantice el equilibrio entre el desarrollo de nuestra principal actividad económica y la calidad de vida de los residentes. Para eso fue elegido por la ciudadanía. No para hacer el juego a la oposición con politiquería barata y ocurrencias improvisadas en una rueda de prensa. Así no se va a ningún lado.
Un comentario
Las colas de coches, el no poder andar por Palma ayer cuando había 5 cruceros, calas atestadas de gente…. perjudican mucho más.
Se trata de limitar vuelos en Julio y Agosto. Creo que tiene sentido