Las tarifas abusivas en el equipaje de mano que establecen las compañías low cost supone una encrucijada que repercute directamente en el viajero. La insularidad es un factor que agrava esta problemática que parece no tener solución a corto plazo debido a la ausencia de leyes que acoten las tarifas que se deben establecer. De ahí que las compañías gocen de total impunidad para engañar al viajero con precios abusivos. Europa no está por la labor de solucionar esta especulación.
Las compañías low cost campan a sus anchas con los precios que supone llevar un equipaje de mano en cabina. Este hecho tiene su explicación en que compañías como Ryanair, Easyjet, Vueling, etc se hayan acogido al Reglamento CE 1008/2008 del 24 de septiembre que supuso una total liberalización de precios en el sector del transporte. Este hecho deriva en una situación de especulación de precios en la que hay un solo perjudicado: el viajero.
Ha habido numerosas sentencias, como la del juzgado de lo Mercanti número uno de Madrid,que determina que las compañías que cobran un suplemento por el equipaje de mano estarían incumpliendo la normativa de la Ley de Navegación Aérea que manifiesta que “el precio del billete se incluye el equipaje de mano de hasta 10 kg, así como los objetos que el viajero lleve consigo, incluidos los artículos adquiridos en las tiendas situadas en los aeropuertos y solo podrá denegarse el embarque de estos objetos y bultos por razones de seguridad, vinculadas al peso o al tamaño del objeto y que, en este caso, sí deberán facturarse con los costes establecidos por la compañía”.
INSULARIDAD
La insularidad no hace más que agravar los efectos de esta especulación sobre los viajeros. Según Pedro Fiol, presidente de AVIBA, el problema viene de lejos siendo “el modelo Ryanair” el principal origen del problema al provocar un incremento considerable de costes añadidos. “Hace 8 años las compañías decidieron quitar el equipaje de mano, allí es cuando deberíamos haber actuado forzándoles a mantener, en las rutas insulares, los servicios que toda la vida habían ofertado”, señala.
La variabilidad de los precios pone en jaque al sector, ya que no existe una regulación por parte de ninguna normativa europea y las compañías fijan tarifas según les viene en gana. “Mientras Europa no regule la normativa de equipaje en cabina, las agencias solicitan que estos precios sean fijos, en función de unas rutas y no variables como se está haciendo en la actualidad”
FAMILY FARE
Una de las soluciones que se propone desde AVIBA para paliar los efectos de las tarifas de los equipajes de mano es la habilitación de una tarifa especial. “Pensamos que las compañías low cost siempre deberían disponer de una clase de familia (family fare) que incluyera el equipaje de mano para que gozara de descuento de residente”, añade Fiol. De esta manera, los clientes podrían satisfacer sus necesidades de poder transportar sus pertenencias personales con ellos mismos.
Sin embargo, a los clientes no les queda más remedio de contratar una tarifa adicional para poder transportar sus pertenencias. “Las compañías de bajo coste se aprovechan de la necesidad que tienen los viajeros de transportar sus pertenencias con ellos mismos estableciendo las tarifas más caras que encontramos. El cliente se ve obligado a contratar la tarifa básica y posteriormente adquirir otra para poder transportar el equipaje de mano a precios desorbitados”.
FACILITAR LA CONTRATACIÓN
La dificultad que tiene el cliente para acceder a la contratación de los servicios es otro asunto bastante polémico. En este sentido, Fiol apunta que “las compañías deberían facilitar la contratación de servicios tan básicos como el equipaje facturado, pero la realidad nos muestra que les preocupa más vender seguros, coches de alquiler que de facilitar cosas tan básicas como es llevar una maleta a bordo”.
La encrucijada del residente en las islas ya no pasa por conseguir un buen precio de un billete de avión sino de contratar su equipaje de mano en el momento que sea más barato, de esta manera evitará, en parte, ser víctima de la especulación de las compañías low cost.
GUERRA DE PRECIOS
La rivalidad entre las diversas compañías en cuanto a precios tiene su incidencia directa en el cosumidor. Para el presidente de CONSUBAL, Alfonso Rodríguez, “el origen de este problema deriva en la guerra de precios que se da entre las compañías low cost debido a que no quieren renunciar a sus márgenes de beneficio. Esta guerra tiene efectos colaterales muy negativos en el consumidor”.
Este problema parece no importar a las instituciones, en este caso las competencias pertenecen a la Unión Europea. “Europa no está aportando soluciones y las compañías están campando a sus anchas”. La ausencia de leyes claras en este asunto hace muy difícil que se actue de una manera clara. “No hay una normativa clara que delimita el equipaje de mano, y el problema radica en el concepto que cada compañía lo interpreta según su punto de vista”.
Finalmente, Rodríguez recomienda que el cliente lea bien las condiciones de la tarifa, “ya que nos hemos encontrado casos que el cliente no ha prestado la atención adecuada a las condiciones que se especificaban en el contrato, si bien estos son una minoría”.