Las malas artes del editor

¡Vaya marrón, mi querido lector! Aunque uno  lleve ya cerca de cinco lustros en esto de ser plumilla profesional, es todo un brownie estrenar un nuevo espacio, ya sea en radio, en televisión, o en la prensa digital, como es el caso. Porque igual usted cae por casualidad en este rinconcito del ciber espacio surfeando en la red  y comienza a leer, quizás animado por el titular. Que he sido un poco cabroncete, lo reconozco. Pero claro, igual el interés se desvanece cuando llegue usted hasta esta línea. Y no me vuelve a leer más, y consecuentemente  mi contador de visitas, que en lo digital todo se sabe, se queda más congelado que el Puig Major en pleno mes de enero. ¡Vaya disgusto!

Pero no desvariemos. Vamos al meollo del marrón:  debo decidir sin más dilación sobre qué escribir en esta mi primera inclusión oficial en mallorcadiario.com. Que la cosa tiene su trascendencia.

Podría escribir sobre la llegada del populismo a la política española tras su gira triunfal por Italia, Venezuela, Bolivia, Uruguay y Ecuador, pero sería demasiado previsible ya que últimamente los juntaletras  no hablamos de otra cosa. Podría meter el dedo en la llaga y darle una vuelta al tema de la crisis en el Partido Popular de Palma, y explicarles que en este culebrón presuntamente finiquitado, ni los buenos son tan buenos, ni los malos podían hacer otra cosa que ser los malos. Pero tiempo habrá. También podría sacar mi faceta de consumidor cabreado y hablarles del aumento abusivo de los vuelos domésticos en Navidad, que estas fiestas me cuesta más ir a ver a la familia a la Penísula, que irme a pasear por los mercadillos navideños  europeos.  O podría lamentarme de que en esta smart city de pacotilla que es Palma de Mallorca, no hay fibra óptica, ni previsión de que la haya,  en barrios tan respetables como el mío mientras los capos de las telecos vienen a vendernos que disfrutamos de la mejor conexión a internet del mundo.  ¡Qué poca vergüenza!

Podría escribir hoy de muchos temas que rondan por mi cabeza, y que sin  duda acabarán teniendo su espacio en este zulo periodístico. Pero no. No escribiré sobre nada de lo anterior. Me limitaré a alertarles sobre las malas artes del editor de este medio digital, el señor Antoni Martorell.  Me explico: Por sus malas artes me veo yo en la tesitura de juntar letras para estrenar esta sección. El marrón del que al inicio les hablaba, ustedes recordarán.  Les tengo que confesar que me he resistido con uñas y dientes. Pero al final he caido. Tanto tiempo llevaba el señor Martorell ofreciéndome escribir en este espacio, como tiempo llevaba yo dándole largas.  En estas estábamos cuando hizo algo inesperado: sacó la artillería pesada y me mandó a mi querida Beatriz Díez Mayans.

- Me ha dicho Toni que vas a escribir en mallorcadiario.com –me whatsappeo ella.

- Eso dice él – respondí yo con evasivas.

- Entonces empiezas la semana próxima –me dijo Beatriz ignorando la negativa.

- Si, claro. – Respondí yo.

Y me llevó al ciber huerto y me vi en esta circunstancia. La de escribir cada semana para usted, querido lector. Y tengo que confesarle que uno tiene su punto sadomasoquista y me va a gustar. Confío en que a usted le guste también leerme. Que el orgasmo sea mútuo y simultáneo, espero.

Maldito editor.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias