La sequía y "la falta de previsión del Ajuntament de Lloseta" está pasando factura al pueblo que ya se ha quedado sin agua para el riego. Los payeses del municipio no pueden regar desde el domingo y la empresa, Aigües de Lloseta S.A, no descarta que el municipio se quede también sin agua potable. Según las fuentes consultadas, el problema es que el equipo de gobierno (Pi-PSIB) se niega a pagar 18.000 euros a la suministradora para poder resolver el problema y tampoco le autoriza a subir tarifas que, según la empresa, cubrirían los costes de inversión para solventar les restricciones de agua que ya están padeciendo los llosetins.
El parón del suministro de agua para el riego se debe a que el pasado domingo, el 'Clot d' Argila', la balsa natural en terrenos de CEMEX desde donde se extraía el agua, se quedó prácticamente seca y la bombas de extracción ya sólo podían mover barro con lo que se tuvo que para la maquinaria y consecuentemente el suministro. La alternativa pasa por poder empezar la extracción de agua en unos pozos conectados al torrente pero para poder llevarlo a cabo se necesita de una inversión de unos 18.000 euros y el Ajuntament se niega a pagar esta cantidad. Desde la suministradora les solicitan que ,si no quieren pagar esta partida, les permita subir las tarifas a los usuarios para así compensar el gasto extra que tiene que hacer la empresa pero Pi y PSIB también se niegan a tal petición.
SITUACIÓN ALARMANTE
Las alarmas se han disparado en Lloseta porque también pueden producirse cortes en el suministro de agua potable. Los niveles de agua "empiezan a ser muy preocupantes y necesitamos bajar las bombas de extracción unos 11 metros, lo que supone unos gastos adicionales que el Ajuntament tampoco quiere asumir".
Desde Aigües de Lloseta S.A inciden en que "venimos advirtiendo del problema al Ajuntament desde hace meses y el alcalde y sus socios de gobierno no se han comprometido en nada durante todo este tiempo".
QUEJAS Y PETICIONES
Los vecinos exigen "soluciones inmediatas" al problema porque ven como sus cultivos se están secando y temen por las pérdidas que esta situación les pueda provocar. El que ya lleven una semana sin agua para el riego empieza a hacer mella en sus campos y "queremos que el alcalde y los suyos den la cara y no se escondan más en sus despachos sin afrontar el problema que puede ser irreparable en pocos días", dice uno de los payeses afectados.
